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Del Busto diseña el Sespa a su imagen

Laura Muñoz, Manuel de la Cera, Juan José Ordiales y Angelina Álvarez, nombres de confianza del Consejero, ocuparán las direcciones del Servicio de Salud

Laura Muñoz. LNE

La cúpula del Servicio de Salud del Principado (Sespa) se renovará casi totalmente. El Consejo de Gobierno dará hoy luz verde, previsiblemente, a los nombramientos de los cuatro colaboradores más directos del gerente del órgano gestor de la sanidad pública asturiana. Según ha podido saber LA NUEVA ESPAÑA, Laura Muñoz, Manuel Antonio López de la Cera, Juan José Ordiales y Angelina Álvarez serán, con casi total seguridad, los elegidos, tras un proceso de gestación que se ha prolongado más de lo inicialmente previsto. De los cuatro, sólo repite cargo Angelina Álvarez, ex consejera de Trabajo y de Administraciones Públicas del Gobierno regional.

Diversos conocedores del sector sanitario consultados por este periódico subrayan la fuerte impronta personal del consejero de Sanidad, Francisco del Busto, en la selección de la plana mayor del Servicio de Salud. Naturalmente, nadie duda de que la opinión del titular de Sanidad tiene peso en cualquier nombramiento de su radio de acción. La gran cuestión es el margen de maniobra del que debe disponer el gerente del Sespa. En este caso, la influencia del Consejero parece haber ido más allá de lo habitual, lo cual está traduciéndose -y puede traducirse aún más- en la presencia en cargos de responsabilidad de personas con las que Francisco del Busto ha trabajado en algunas de sus etapas anteriores.

Por ejemplo, López de la Cera formó parte del mismo equipo del Sespa del que el actual titular de Sanidad fue "número dos", en la legislatura 2003-2007. Lo que sucede es que mientras Del Busto desempeñó su cargo todo el mandato, López de la Cera sólo estuvo unos meses al frente de la dirección de recursos humanos y financieros. ¿Por qué razón? Según trascendió en aquel momento, la dimisión de De la Cera obedeció a su malestar con las funciones que tenía encomendadas en el departamento que dirigía Juan José Cañas. Ahora, de confirmarse su nombramiento, asumirá el mismo cargo, que en esta legislatura se denomina dirección económico-financiera y de infraestructuras.

De otra parte, y como ya anticipó este periódico el pasado 12 de agosto, Angelina Álvarez trabajó estrechamente con Francisco del Busto en el dibujo del organigrama de la Consejería. Este hecho inducía a pensar en que, como mínimo, repetiría como secretaria general del Sespa. Así será, si del Consejo de Gobierno de hoy no da sorpresas.

Laura Muñoz es un valor en alza dentro de la Administración sanitaria. Lideró el proceso de implantación de la receta electrónica, y de ahí fue catapultada al cargo de directora de asistencia sanitaria y salud pública del área de Gijón. En adelante será la directora de atención y evaluación sanitaria: en la práctica, la segunda de a bordo del gerente del Sespa, José Ramón Riera.

También de Gijón procede Juan José Ordiales, hasta la fecha subdirector de gestión del Hospital de Cabueñes. Se situará al frente de la dirección de profesionales, un cargo siempre complejo que le otorga potestad sobre los aproximadamente 15.000 trabajadores del Sespa.

A finales del pasado mes de agosto, Francisco del Busto preveía tener cerradas a mediados de septiembre tanto la estructura como la primera línea de nombramientos del Servicio de Salud. Finalmente, esta tarea se ha prolongado dos semanas más. Ahora, toca cubrir el organigrama inferior del Sespa y los puestos de las ocho áreas de Asturias.

Tal y como informó este periódico la semana pasada, las autoridades sanitarias estudian la posibilidad de sacar a concurso plazas que hasta la fecha eran de confianza y, en consecuencia, de libre designación. Este cambio podría afectar a las subdirecciones del Sespa (y de ahí hacia abajo) y también a las gerencias de las áreas sanitarias, cuyos titulares son, asimismo, los máximos responsables de los correspondientes hospitales. La clave de esta medida estriba en la voluntad del Gobierno asturiano de no seguir sufriendo un rosario de anulaciones, por parte de los jueces, de nombramientos de directivos de los diversos órganos de la Administración autonómica.

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