El gobierno local anunció ayer una rebaja generalizada de impuestos y precios públicos que supondrá, según sus cálculos, una rebaja de un 3 por ciento en la presión fiscal para el próximo año. Uno de los tributos que más se ha tocado es el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), cuya rebaja (también una media de un 3 por ciento) supondrá a las arcas municipales una pérdida de un máximo de 2,6 millones de euros, dependiendo de las bonificaciones a las que se apunten los ovetenses, por ejemplo, de un 3 por ciento si domicilian el pago, con un límite de 40 euros. El Ayuntamiento espera contrarrestar esta rebaja cobrando la contribución a la Iglesia, que en adelante tendrá que tributar por todos los inmuebles que no sean utilizados como lugar de culto. El impuesto del IBI supone más de un tercio de los impuestos municipales, más de 70 millones de euros.

"Vamos a favorecer a los más desfavorecidos a través de los impuestos y tasas. Hemos introducido exenciones y bonificaciones para los que más lo necesitan", anunció el alcalde Wenceslao López (PSOE). El concejal de Economía, Rubén Rosón (Somos), añadió que en Oviedo "hacía falta bajar los impuestos" y que su proyecto, si los trámites administrativos no se demoran, verá la luz a finales de año. "Es una bajada sustancial que notará más quien menos tiene", añadió el concejal de Economía. Las modificaciones se aprobaron ayer en una junta de gobierno extraordinaria y aún tendrán que pasar varios trámites (como el periodo de alegaciones) antes de su aprobación definitiva en Pleno.

En el capítulo del IBI, otra de las novedades es que por primera vez se podrá solicitar el pago fraccionado. El tipo de gravamen se rebaja del 0,007 centésimas (del 0,686 al 0,679) y habrá bonificaciones del 25 por ciento para viviendas de protección oficial, y del 20 por ciento para las viviendas que dispongan de aprovechamiento térmico o eléctrico de energía solar. Las familias numerosas se verán beneficiadas también de un aumento del 25 por ciento de la bonificación de la que disfrutaban hasta ahora.

Además de la rebaja de impuestos, habrá un descenso generalizado de todas las tasas y precios públicos, que se revisan con el IPC, que este año fue negativo. Por ejemplo, baja la tasa del cementerio (0,4%), la del servicio de alcantarillado (1%), el suministro de agua potable (1%), y los precios de los comedores escolares (0,51%). En cuanto al resto de bonificaciones, en la tasa por expedición de documentos administrativos se establecen nuevas exenciones para desempleados. También habrá una bonificación del 50 por ciento para que los parados asistan a determinados espectáculos cuya entrada no exceda de 30 euros.