A Phil González le ocurre lo que a todos los mortales: la elección de sus favoritos le resulta compleja: "No puedo decir sólo uno. Si tuviera que decir los que me vienen a la cabeza ahora mismo, son 'Megadeth', 'Down', 'Type 0 Negative', 'Gama Bomb' y 'Borknagar'. ¡Pero el mes que viene igual son otros!".

Hay un elemento central en la BSO de la voz de "Soldier", y es el rock en su estado de energía absoluta: "Supe por primera vez de la existencia del heavy metal con 15 años. En mi casa sonaban 'Los Secretos', 'Mecano' y las zarzuelas de mi madre. Pero cuando descubrí el heavy metal, empecé a tirar del Kazaa, eMule y Soulseek, bajándome discos sin parar. Comencé a tocar la guitarra y a comprar discos de mis grupos favoritos. También empecé a ir a macrofestivales en cuanto crecí un poco (y digo un poco, porque poco más crecí)", bromea.

Tiene una muy interesante teoría sobre los momentos que representan las distintas músicas que llegaban a sus oídos: "En realidad, es una etapa paralela al resto de mi vida de la que no he salido. Terminé el instituto, terminé la Universidad; estoy empezando en el mundo laboral, pero esto sigue siendo una constante", puntualiza. Eso sí, su oído fue acostumbrándose a sus propios gustos, pero recorriendo un camino obligatorio: "Empecé con los clásicos, y con el power metal, muy en boga por aquel entonces. De aquélla, La Florida era to prau y la gente escuchaba grupos con voz melódica. Poco a poco fue gustándome más el thrash metal y los sonidos americanos y agresivos".

Tiene además canciones históricas entre sus preferidas: "Fuera del heavy metal, sí que tengo muchas canciones. Ahí ya es más fácil señalar algún tema, porque no tengo tanto de dónde elegir. Me quedaría con 'Stairway to Heaven', de 'Led Zeppelin'; 'Maybellene', de Chuck Berry; 'Joga', de Björk o 'Stranglehold', de Ted Nugent". Y hay alguien a quien tiene muy presente, una revolución musical: "El guitarrista Tony Iommi. Su historia es curiosa: perdió las yemas de los dedos de la mano izquierda en un accidente. Se vio obligado a bajar la afinación de las cuerdas para que estuvieran menos tensas y no se le clavaran tanto en los dedos. Debido a ello, el rock que él hacía por aquel entonces empezó a sonar más grave de lo habitual, con lo que Iommi comenzó a explorar sonidos más oscuros y pesados. A lo que surgió de ahí, no se le llamó ya rock. Y el resto, es historia".