La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

"Perdón por el escrache"

Trabajadores de La Auxiliar de Recaudación se disculpan por los abucheos tras el Pleno y denuncian que fue un acto orquestado por un grupo afín a la empresa

Varias trabajadoras de La Auxiliar, con Ana Taboada, el martes. LNE

Varios concejales del tripartito recibieron ayer por la mañana en su teléfono móvil el siguiente mensaje: "Perdón por el escrache. La idea que teníamos no era esa. Fue todo un acto orquestado por un grupo de empleados afín a la empresa".

La disculpa no sólo era eso, una disculpa a los ediles del gobierno por los abucheos que sufrieron el martes a la salida del Pleno. La disculpa era algo más: unos trabajadores de La Auxiliar de Recaudación señalando a otros trabajadores de La Auxiliar de Recaudación. Compañeros contra compañeros.

Todos trabajan para la misma empresa y todos tienen el mismo problema: el próximo 31 de diciembre se les acaba el contrato con el Ayuntamiento de Oviedo y, si no llega la prórroga de un año, como parece que finalmente llegará, su futuro laboral se queda en el aire en un plazo de menos de tres meses.

Sucede que entre esos 42 trabajadores emerge ahora una evidente división. Unos acusan a otros de "dejarse manipular por la empresa" y de "montar el lío porque tienen el puesto asegurado". Dicen que la empresa les utiliza para presionar al tripartito para que el Ayuntamiento prorrogue el contrato, "uno de los pocos que tiene en España". Y se preguntan lo siguiente: "¿por qué la empresa, además de agitar, no nos presenta a todos los afectados un plan de viabilidad?". "¿Nos usa ahora y luego nos deja tirados?".

Los trabajadores señalados de dejarse influir por la empresa rechazaron ayer contar su versión en profundidad. Se limitaron a decir que no es así, que no es verdad que sepan que tienen el puesto garantizado ("que nos den un papel que lo diga") y que "quizá" el escrache "fuera un exceso", que no era lo que pretendían y que se pudo ir de las manos. Que los nervios están a flor de piel y que hay mucha presión.

Se sabe que en el escrache del martes no estaban sólo trabajadores sino también familiares y amigos. Se sabe que en el escrache del martes hubo insultos, faltas de respeto y discusiones que a punto estuvieron de acabar mal. Y se sabe también que en el escrache del martes, tras la pancarta, se dejó ver algún representante del PP. Ahí está el vídeo.

Lo que no se sabe, pero se sospecha entre parte de los trabajadores, es que "todo lo sucedido fue algo orquestado entre la empresa, a través de sus empleados afines, y el PP". En el PP se desvinculan del asunto y niegan que ellos tuvieran nada que ver.

Porque la idea inicial era subir al Pleno e intervenir, como hicieron los vecinos a colación del reglamento de Participación Ciudadana. Y en el caso de que no les dejaran, como sucedió, iban a ponerse una cinta en la boca, como también sucedió. Y luego la idea era continuar la protesta en la calle como siempre, con "abucheos pacíficos", tal y como llevan haciendo desde hace más de un mes en la plaza del Ayuntamiento. "Queríamos pitar tras la pancarta y se acabó", aseguran.

Pero no. El escrache se hizo y la división entre los trabajadores también. La brecha interna, en realidad, viene de principios de este mes, cuando se celebraron las elecciones sindicales. La Auxiliar de Recaudación "nunca antes tuvo" representantes sindicales. "Lo que funcionaba era lo que decía la empresa. Y si no, a la calle", apuntan. Con la denuncia del contrato y las movilizaciones, empezaron a celebrarse asambleas y llegó un momento en que se plantearon las elecciones sindicales: "Desde el primer momento quien quiso pilotar la protesta fueron los directivos de la empresa. Pero con el tiempo nos dimos cuenta de que la empresa era quien nos jaleaba para, si no lo conseguíamos, echarnos en diciembre a la calle", añaden varios empleados.

La semana pasada salieron varios delegados sindicales. Hay quien dice que lucharán por el empleo y que no representan "ningún tipo de ideología". Otros sostienen que los elegidos "están vinculados a IU". Otra muestra más de división. Lo que está claro es que unos y otros tienen el mismo problema: pueden perder el empleo. Estén juntos o no.

Compartir el artículo

stats