La Consejería de Sanidad tiene entre sus prioridades la mejora de las instalaciones del consultorio periférico de La Manjoya. El asunto salió a relucir en la reunión en la que, a principios de esta semana, el consejero Francisco del Busto y el alcalde de Oviedo, Wenceslao López, pasaron revista a la agenda sanitaria local. Ayer, un portavoz de la Consejería confirmó que la reforma del consultorio de La Manjoya es una de "las líneas de trabajo" a desarrollar por la Consejería de Sanidad durante esta legislatura.

El consultorio periférico de La Manjoya, que es el que corresponde a quienes residen en La Manjoya, Llamaoscura y Pereda, eludió el cierre en el año 2010 gracias a la movilización vecinal. El bajo en el que el médico y la enfermera pasan consulta permaneció cerrado varios meses, tras la caída de una teja. El vecindario consideraba que se trataba de un problema menor, una excusa para extinguir el consultorio y derivar a todos los pacientes al centro de salud de Otero, y organizó una concentración ante el edificio. Finalmente el consultorio fue reabierto.

A lo largo de estos últimos años, el deterioro del edificio ha seguido avanzando. Recaredo Rodríguez, que fue alcalde de barrio de La Manjoya, cuenta que desde hace tiempo " hay una parte caída por detrás; la casa está cubierta de yedra, falta una hoja de una ventana, el olor a humedad es insoportable... Hay gente que no va: ¡a ver quién se mete allí!". "Aquello es una pocilga", llega a decir.

Miguel de Medina, que desde hace cuatro años vive en esa zona, es menos crudo en su descripción, pero reconoce que "es una bendición que los médicos no se nieguen a pasar consulta allí". Explica que "el olor a humedad es tremendo, las ventanas están tapiadas y la humedad se condensa en el interior".

La casa de dos plantas en la que está instalado el consultorio es una de las edificaciones de la antigua fábrica de explosivos de La Manjoya. Tras su cierre pasó a ser propiedad del Ayuntamiento de Oviedo que se la cedió a la Consejería de Sanidad para que instalará en ella el consultorio periférico.

Miguel de Medina asegura que el consultorio mantiene "una actividad importante". "Hay mucha gente mayor que acude a él", asegura. Recaredo Rodríguez explica que, sin coche particular, desde La Manjoya hasta el centro de salud de Otero el viaje en autobús es un inconveniente para las personas de más edad.

El consultorio recibe la visita de un médico y una enfermera dos días por semana, los martes y los jueves a partir de las doce y media de la mañana. La estancia en el centro depende del número de pacientes que tengan que atender.

Hace ya casi tres años, el PP llevó a la Junta General del Principado las quejas de los vecinos por el deterioro de las instalaciones. Por aquel entonces se había desprendido parte del alero y los ordenadores no funcionaban. Recaredo Rodríguez comenta que sigue habiendo dificultades para acceder a las historias clínicas desde el consultorio.

"En estos años no se ha invertido ni una peseta", se lamenta De Medina y añade que en La Manjoya y y los pueblos que están más allá, ya al límite del concejo, "cada vez estamos más abandonados".