Un coche blanco con unas cámaras incorporadas en el techo y el logotipo del Ayuntamiento de Oviedo circula desde hace unos días por la ciudad controlando el correcto uso de la zona azul. El vehículo forma parte del nuevo modelo de la ORA, que entró en vigor el pasado verano con los nuevos parquímetros. En las condiciones del contrato, la empresa adjudicataria fijaba la incorporación de este vehículo "vigía"a la flota municipal para reforzar la función de los controladores de parquímetros. Sin embargo, la adquisición del coche, durante el anterior mandato del PP, se realizó pensado en la posibilidad de atribuirle más funciones, sirviendo así de apoyo a la Policía Local para sancionar las malas prácticas de aparcamiento de los conductores. El desarrollo de esta idea está pendiente de que la Policía Local tenga acceso a los datos de la zona azul, tal y como reclamaron hace unos días en medios policiales.
Y es que para que el coche "vigía" pueda poner multas a los ciudadanos que dejan su coche mal aparcado es necesario que un agente de la Policía Local vaya a bordo del vehículo dirigiendo las acciones. Este era el planteamiento inicial, que se gestó -en el marco del contrato de la ORA- durante el anterior gobierno municipal. "Sería una pena no aprovechar esta tecnología para mejorar la circulación en la ciudad, evitando malas prácticas de aparcamiento", indicaron fuentes policiales. Lo que se intentará, sobre todo, es controlar los aparcamientos en doble fila, el "uso abusivo" de las zonas de carga y descarga o el estacionamiento ilícito en las paradas del autobús. Estos son los problemas que más preocupan a la Policía Local, que ve en el coche "vigía" una herramienta útil para mejorar la circulación. No obstante, fuentes oficiales consultadas en el Ayuntamiento de Oviedo explicaron ayer que por el momento el coche "vigía" se limita a controlar los estacionamientos regulados y a registrar las matrículas de los coches que usan la ORA.
El nuevo coche "vigía" que patrulla las calles de Oviedo está dotado de dos cámaras fijas instaladas en el techo del vehículo que presenta, según la empresa adjudicataria del contrato de la zona azul, "un gran abanico de posibilidades" del control del estacionamiento en las ciudades. Otra de las claves de este nuevo servicio -que no se les escapa a los gestores municipales que lo contratan- es el ahorro "considerable" en los costes de personal. El vehículo puede recorrer más calles que un controlador de parquímetros en mucho menos tiempo.
Mientras el sistema termina de desarrollarse, en el cuartel de El Rubín aseguran que disponen ya de los sistemas técnicos necesarios y la aplicación informática requerida para leer la información enviada por el coche "vigía". Se trata del mismo "software" con el que la Policía Local espera nutrirse de toda la información relativa a la zona azul. Las plataformas aún no están integradas y los agentes de Seguridad Ciudadana no tienen acceso a los datos relativos a la ocupación de plazas de aparcamiento en la ciudad ni tampoco a las matrículas de los vehículos que circulan por las calles y hacen uso de los estacionamientos regulados. Solo la empresa adjudicataria del servicio tiene información sobre estos datos, que la Policía Local lleva un tiempo reclamando conocer para mejorar sus niveles de eficacia en la ciudad.
La nueva zona azul
La nueva gestión de la ORA fue adjudicada hace meses a la empresa Estacionamientos y Servicios. Entró en funcionamiento el pasado verano con la instalación y puesta en funcionamiento de 142 parquímetros inteligentes. De este modo, además de la obligatoriedad de introducir la matrícula del vehículo estacionado, la nueva zona azul permite al usuario realizar el pago con tarjeta de crédito o débito. El abono con monedas, como hasta ahora, también estará permitido. Las tarifas actuales (1,70 euros de máximo por dos horas y 0,15 céntimos de mínimo), sin embargo, no variarán hasta que se apruebe la nueva ordenanza, que aún no ha salido adelante. El sistema también permitirá al usuario pagar a través del teléfono móvil.
En la actualidad, la capital asturiana oferta un total de 2.722 plazas de aparcamiento controlado en zona azul o verde (la que usan los residentes). El nuevo sistema ha supuesto también una organización por zonas, con un total de once áreas en las que se distribuyen las plazas: Argañosa-Valentín Masip, La Ería, Buenavista-Palacio de Congresos, San Miguel-Muñoz Degraín, Llamaquique-Consejería, Centro-Independencia, Ciudad Naranco, Campillín, Milán-Cruz Roja y Hospital-Corredoria.
