Casi un año después del atropello múltiple de la calle Uría las pasadas Navidades algunos de los heridos no han recibido aún el alta médica, dada la gravedad de sus lesiones. La lenta recuperación de las víctimas del atropello está ralentizando la instrucción del caso, pendiente de la redacción de los pertinentes informes forenses, necesarios para que las partes (fiscalía, acusaciones particulares y defensa) realicen sus escritos de calificación provisional de los hechos. El detalle de las lesiones de los heridos y su recuperación es fundamental para poder fijar las indemnizaciones y penas.

En total, siete personas resultaron heridas el día de Nochebuena en un atropello múltiple causado por un vehículo que invadió una isleta para peatones en la plaza de la Escandalera. De los siete, la herida más grave -y aún pendiente de recibir el alta médica, no hospitalaria- fue una mujer que tuvo que ingresar en la Unidad de Cuidados Intensivos del HUCA con un traumatismo craneal y lesiones en una pierna. Tras abandonar esta unidad, tuvo que ser intervenida quirúrgicamente. Otros tres heridos sufrieron distintos traumatismos y aunque fueron dados de alta al día siguiente del accidente, aún arrastran secuelas. El resto de heridos, los de carácter leve, abandonaron el centro hospitalario el mismo día del suceso.

Al conductor del vehículo, un agente de la Guardia Civil retirado, se le imputa un delito de lesiones por imprudencia con siete perjudicados. Está en libertad con cargos a la espera de que concluya la instrucción del caso y se señale la vista oral para responder de las acusaciones. Según concretó su representante legal, Jorge García Gómez, el hombre, sufrió "un vahído" y después, presa del desconcierto acabó por confundir el pedal del freno con el del acelerador. Esta maniobra fue la que provocó que el conductor se precipitase a toda velocidad sobre la isleta arrollando a los peatones que estaban esperando a cruzar.