Los expertos de la unidad científica de la Policía Nacional investigan el incendio de un vehículo que estaba aparcado en una glorieta en Villafría durante la madrugada de ayer. Fuentes consultadas en el Cuerpo Nacional aseguran que todo apunta a que el fuego fue provocado. Los testimonios de dos testigos están siendo de gran utilidad a los investigadores.

La centralita del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) recibió a las dos menos diez de la madrugada el aviso de que estaba ardiendo un coche en plena calle en Villafría, en concreto en la plaza Luis Estrada González. La rápida intervención de los bomberos fue fundamental para que las llamas no se propagasen afectando a otros vehículos. Aún así, el coche, un Mini prácticamente nuevo y propiedad de una vecina de la zona, quedó completamente calcinado.

Los investigadores del caso han hablado con los vecinos de la zona y han aparecido, hasta el momento, dos testigos. Una mujer que estaba paseando a su perro asegura que antes del incendio vio a un coche acercarse a la glorieta con las luces apagadas "y lanzar algo" a la altura del Mini. La testigo relata que primero se produjo una rotura de los cristales, después una explosión, y finalmente, las llamas. Este testimonio es coincidente con el ofrecido por otro vecino que, desde la ventana de su domicilio, observó también esta misma maniobra.

No es la primera vez que aparecen vehículos quemados de forma intencionada en esta zona de la ciudad. Sin embargo, la investigación no relaciona, por el momento, los casos. Las mismas fuentes consultadas aseguran que en otras ocasiones los coches habían sido utilizados para cometer delitos o participar en carreras nocturnas ilegales por la ciudad. Tampoco tendría nada que ver este suceso con las fechorías del "quemacoches" de Ciudad Naranco, un capítulo que la Policía Nacional da por cerrado tras la detención, el año pasado, de un sospechoso.

No obstante, la instrucción de la causa judicial del "quemacoches", que sembró el pánico en el barrio de Ciudad Naranco durante varios años, aún sigue abierta y el principal sospechoso -un vecino de la zona, que incluso se presentó como testigo falso durante la investigación- en libertad con cargos a la espera de ser llamado para el juicio.