La duquesa de Franco amadrinó ayer a Olivia de Borbón, hija de los duques de Sevilla y popular por su participación en programas de televisión como "La granja de los famosos", en su ingreso en el Cuerpo de la Nobleza del Principado. Patricia Rato, la exesposa del torero Espartaco y sobrina del exministro asturiano Rodrigo Rato, también ingresó ayer. Son algunas de las personalidades a las que los nobles asturianos rindieron homenaje anoche, durante una velada que empezó en la iglesia parroquial de San Tirso El Real y que continuó con una cena en el Real Club de Tenis de Oviedo.

No fueron ellas, sin embargo, las que recibieron la mayor distinción que otorgan los miembros de la aristocracia regional. Esa es su Gran Cruz, que fue la que recibió el príncipe Michael de Saxe-Weimar-Eisenach, duque de Sajonia y conde de Wetin.

La ceremonia y la misa que se celebraron en la iglesia de San Tirso, llena de nobles en el interior y con algunas decenas de curiosos esperando a la entrada, empezó con unos minutos de retraso.

Felipe de Grado tomó la palabra desde el púlpito y abrió el acto con un recuerdo al recientemente fallecido duque de Calabria, Carlos de Borbón-Dos Sicilias y Borbón-Parma.

Leyó una carta del arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, al que el Cuerpo de la Nobleza había invitado y que excusó su asistencia por "compromisos inexcusables" y continuó dando paso a sus nuevos miembros, a los que presentó uno a uno y junto a sus padrinos y madrinas.

Un contratiempo de última hora demoró la llegada de Patricia Rato, a la que los organizadores del acto esperaron antes de comenzar. La nieta del banquero gijonés Ramón Rato estuvo acompañada durante el acto, al que asistió con un alegre vestido fucsia, por su tres hijos, Alejandra, Isabel y Juan.

Ella se sentó en los bancos colocados a un lado del crucero, junto a la pelirroja Olivia de Borbón y Von Hardenberg-Fürstenberg, esta con un vestido verde. Carmen Franco y Polo, la hija de Francisco Franco y madre de Carmen Martínez-Bordiu, habitual de la prensa rosa, fue su madrina.

La nómina de nuevos ingresos fue larga y tras la misa la fiesta de la aristocracia asturiana continuó en el Club de Tenis, donde esperaban ya embajadores y miembros de la monarquía hachemita de Jordania y el embajador de Mónaco, Jean-Luc Van Klaveren.

En el transcurso de la cena que se ofreció estaba previsto hacer entrega de los premios anuales del Cuerpo de la Nobleza de Asturias, que este año fueron para Carmen Cervera, la baronesa viuda de Thyssen-Bornemisza; Mario Vargas Llosa, marqués de Vargas Llosa; Ana Patricia Botín-Sanz de Sautuola y O'Shea, presidenta del Grupo Banco Santander, y la Federación Española de Bancos de Alimentos. Varios excusaron su asistencia, en el caso de Carmen Cervera a causa del ingreso de su hijo en el hospital, según los organizadores del acto.