"No existe el derecho a la emigración, el 'ius migrandi', ya que ese concepto no aparece ni en la Declaración de los Derechos Humanos de Naciones Unidas". Javier González Vega, catedrático de Derecho Internacional Público de la Universidad de Oviedo, indicó este hecho para esclarecer la situación jurídica de "los migrantes", completamente diferente a la de los "solicitantes de asilo o refugiados". Estos últimos reciben "protección jurídica reforzada", mientras que los migrantes "están privados de derechos en el lugar de acogida, están en situación irregular y pueden ser objeto de deportación, ya que sus países de procedencia tienen obligación de recibirlos de nuevo según el Derecho Internacional consuetudinario".

González Vega intervino ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA en la mesa redonda "Ante las migraciones masivas: derecho de asilo, inmigración, identidad nacional". También participó Hans Peter Van den Broek, profesor de Sociología de la Universidad de Oviedo. La mesa fue moderada por Ramón Punset Blanco, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Oviedo y vicepresidente de la Real Academia Asturiana de Jurisprudencia, organizadora del acto.

Van den Broek dedicó su intervención a factores poco conocidos sobre el fortísimo flujo migratorio que está entrando en Europa a través de los Balcanes. Esa ruta ha cuajado debido a que "cada vez hay más traficantes de personas que, por la competitividad entre ellos, han bajado los precios desde los 10.000 euros a los 1.200 / 2.000 que hoy cuesta entrar en Europa". Otro dato relevante es que "el 40 por ciento de los emigrantes son kosovares, albaneses y serbios, es decir, no son refugiados, sino inmigrantes económicos que adquieren por 600 / 1.000 euros un pasaporte falso de Siria que les dará acceso a Alemania, Suecia y Holanda". Por último, Van den Broek alertó de que "tras la solidaridad de la acogida en un primer momento, puede comenzar la xenofobia; en Alemania hay ya 20.000 neonazis".