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Javier Pena, el arquitecto que engaña a los ojos

El artista gallego inaugura en Oviedo una exposición de escultura y pintura con la que confunde la mirada del espectador

Javier Pena, el arquitecto que engaña a los ojos

El arte puede ser muchas cosas, pero una de las más importantes a tener en cuenta es que puede ser todo menos lo que parece. El doble sentido es uno de sus valores más enriquecedores. Esas obras surrealistas que esconden mensajes de lo más realistas y formas sencillas que reflejan mensajes de lo más enrevesados. Por eso, cuando uno mira una obra, aparentemente fácil de entender, y al pasar varios segundos descubre que hay mucho más de lo que creía, es que el artista ha hecho bien su trabajo. Y eso es lo que consigue Javier Pena con cada una de las 25 piezas que conforman la exposición "2D-3D", que se puede ver hasta el 6 de noviembre en el Colegio Oficial de Arquitectos de Oviedo.

El arquitecto gallego lleva más de 40 años compaginando su profesión con el arte, una faceta que ahora, por la crisis, ocupa plenamente su corazón y su cabeza. "Aunque estoy dentro de la rueda y me siguen saliendo cosas de arquitectura, pero está claro que la crisis nos ha barrido a todos", explica. Esa obsesión perfeccionista que caracteriza a los arquitectos es una de las corrientes que se observan en sus piezas con el primer golpe de vista, pero hay mucho más. "Esta exposición está planteada en base a un recorrido cultural. Parto de la pintura para llegar a la escultura, y ésta me hace regresar a la pintura otra vez". Y es así como ha planteado el recorrido en la sala del Colegio de Arquitectos. El espectador se encuentra un primer cuadro de gran formato lleno de ambigüedades, que juega con la profundidad (y la ausencia de ella), el color (y la ausencia de él) y la fusión de escultura y pintura. "Todas mis obras están conectadas. No soy un artista de bocetos, ni de preparaciones previas, pero sí de analizar y observar la obra terminada. Eso es lo que me da pie a continuar con la siguiente, a la que llego con la mente abierta. Así no se pierde la frescura, pero hay una base de conocimiento".

Y es por eso que ese cuadro, que pertenece a su anterior exposición denominada "Construcciones", es el punto de arranque de la muestra que se puede ver desde hoy en Oviedo. "Este cuadro muestra que con los restos de madera que la gente deshecha se puede conseguir crear una obra de arte con la mínima intervención. Diseñé un cuadro que me introdujo en una etapa escultórica. Era traspasable y me permitía mostrarlo fuera de la pared". Así nacieron dos cuadros autónomos articulados que se convirtieron en esculturas que pueden ser observadas desde los dos lados y en 16 posiciones diferentes. "En ese momento sentí respeto. Estaba en un campo nuevo, la escultura, y sentí la necesidad de partir de cero". Comenzó a trabajar con cartulina y luego con cuadrados de madera fina que conformaban piezas desmontables. "En todas utilizo una tabla en madera natural para representar el origen, otro en color oscuro para la profundidad y otro en color para darle intensidad cromática". Y él mismo se sorprendió con el resultado. Esos objetos en 3D podían tener su reflejo en plano, gracias al juego de profundidades que esto permitía. Una vuelta de tuerca que reconcilió a Pena de nuevo con la pintura, pero con un plus. Un juego visual que toca al espectador y que conseguirá emocionarle.

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