"Si queremos una Universidad más viva, que palpite con el tiempo, debemos mirar hacia la palabra más viva, que es la poesía", puso de manifiesto el poeta Lorenzo Oliván, en su intervención en la Cátedra Emilio Alarcos, ayer en el Aula Magna de la Universidad de Oviedo. El escritor cántabro pronunció la conferencia "Universidad y Poesía" como antesala del recital que sirvió de presentación al libro "Homenaje a los poetas de la Cátedra Emilio Alarcos". Raquel Fernández abrió la lectura de poemas y dedicó el primero a la profesora de Historia Amparo Pedregal, fallecida ayer mismo, y a su lucha en favor de los derechos de las mujeres (ver página 24).

La directora de la Cátedra Emilio Alarcos, la catedrática emérita Josefina Martínez abrió el acto y presentó al invitado, "un poeta con voz propia desde sus inicios" y "alejado de las modas al uso", según sus propias palabras.

Al acto de ayer asistieron la directora general de Patrimonio de la Consejería de Cultura, Otilia Requejo, y el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Oviedo, Roberto Sánchez Ramos. Sentada entre el público, en el aula del edificio histórico repleta de gente, siguió el acto la concejala del PP Belén Fernández Acevedo.

Con su exposición Lorenzo Oliván, que estudió Filología en la Universidad de Oviedo y que en la actualidad da clases en un instituto de su tierra cántabra, dijo "querer defender la labor iluminadora de los profesores poetas". Ese era el tema al que dedicó su conferencia, plagada de citas y episodios de escritores como William Wordsworth, Coleridge, Juan Ramón Jiménez, Dámaso Alonso o Jorge Guillén.

La última parte de la conferencia de Oliván estuvo dedicada a los profesores poetas de Oviedo, empezando por José Luis García Martín, sentado con él a la mesa y del que dijo que le había abierto "la puerta a la poesía extranjera" y del que recibió "un doctorado" a lo largo de siete años a través "de tertulias y de las páginas que publicaba en LA NUEVA ESPAÑA".

Víctor Botas, Carlos Bousoño -cuya muerte lamentó al inicio de su conferencia- y Emilio Alarcos completan la nómina de poetas de la Universidad de Oviedo hacia los que mostró devoción y agradecimiento.