"La gente en Las Regueras pensaba que la Guerra Civil no iba a ser tanto, pero lo fue". La cronista oficial del concejo reguerano, Rosa Rodríguez, recogió minuciosamente hace unos años los testimonios de un total de 61 vecinos del municipio que vivieron la contienda y los plasmó en el libro "A mí tocóme la guerra", que acaba de reeditar en una cuidada revisión con nuevas anotaciones.

El pequeño concejo de Las Regueras, a las puertas de Oviedo, fue un campo de batalla constante durante la guerra. Este territorio sufrió como pocos la cruenta lucha, que obligó a familias enteras a dejar su casa y desplazarse a otros lugares más seguros. Rosa Rodríguez presentó ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA el libro que relata el calvario que vivieron los regueranos. Y lo hizo, además, de un modo original, tomando prestadas las palabras de aquellos paisanos suyos a los que le tocó la guerra, los que aparecen en el libro, con nombre y apellido. Los testimonios estremecen. Ella les dio las gracias por compartir recuerdos tan duros, la mayoría encerrados bajo llave en algún rincón oscuro de la memoria.

El concejal de Cultura en el Ayuntamiento de Las Regueras, Miguel Suárez, se encargó de glosar el trabajo de Rosa Rodríguez, tan bien hecho como necesario. "Pasó lo que pasó y no se puede cambiar, pero es necesario conocerlo para construir el futuro. Para eso es indispensable saber de donde venimos. En este sentido, el libro de Rosa Rodríguez rellena un espacio vacío. Nunca antes se había indagado en las historias personales de los que vivieron aquello. Es necesario, un buen trabajo, pero sobre todo necesario", expuso el edil reguerano.

Por su parte, el investigador Florentino González, que conoció el concejo porque allí murieron luchando alguno de sus antepasados, se encargó de situar a Las Regueras en el contexto histórico de la guerra. "Nunca cesó el combate, desde la ofensiva de febrero hasta el final. Fue un desastre, en el libro de Rosa todos los testimonios coinciden en una cosa, que no vuelva a pasar".