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"Hay que superar las secuelas físicas y sociales del ictus", subrayan los afectados

La Asociación SOS Ictus conmemora el día mundial de la enfermedad con un acto científico y musical en el Filarmónica

Pepa Marzo, ayer, con su marido, José Luis Raventós. LAURA CARADUJE

-Cuando te sucede una cosa así, ves que automáticamente te conviertes en un problema para alguna gente de la que te considerabas amiga; pero uno no puede resignarse en el intento de recuperar una vida lo más normal posible en todos los aspectos.

María José Marzo (Pepa Marzo para todos los que la conocen) relata así una de sus experiencias más críticas con el ictus que sufrió el 26 de noviembre de 2006, mientras participaba en una reunión con un grupo de artesanos en Alcalá de Henares.

Mucho ha tenido que pelear desde entonces "para superar las secuelas físicas y sociales" que suele dejar este accidente cerebrovascular del que hoy se celebra el Día Mundial. A las ocho de esta tarde, el teatro Filarmónica de Oviedo acoge un acto conmemorativo organizado por la Asociación SOS Ictus en Asturias, entidad promovida por Pepa Marzo y su marido, José Luis Raventós. El programa del evento incluye una conferencia del neurólogo Sergio Calleja, responsable de la unidad de ictus del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), y un concierto, a cargo de Tejedor y de Víctor Santal (arpa celta).

En estos casi nueve años desde que sufriera el derrame cerebral, la vida de Pepa Marzo ha pasado por diversas etapas. En todas ellas ha tenido como cómplice incondicional a su marido, y juntos han impulsado una asociación cuyo objetivo primordial resumen en tres palabras: "informar, informar e informar".

Informar porque "cuando pasas por un episodio de este tipo te das cuenta del desconcierto, e incluso del miedo al futuro, que padecen el enfermo y su entorno", señala esta mujer nacida en Ujo (Mieres) en 1951 y que durante 28 años vivió en Madrid. Allí trabajó como administrativa y como artesana. Hace año y medio retornó al Principado, y actualmente reside en Pola de Siero.

"Tuve que venir a Asturias para que me explicaran bien qué era lo que me había pasado", indica Pepa Marzo, quien hasta el año pasado no supo con detalle -por boca del doctor Sergio Calleja- que su derrame cerebral le había afectado al tálamo, y que eso justifica la alteración de sus emociones y sus sensaciones. "Imagina cómo me pongo con los cambios de tiempo y la emoción que siento al ver a Robert Redford", señala, medio en serio medio en broma.

La batalla inicial de Pepa Marzo por sobrevivir al ictus se transformó al poco tiempo en la incansable búsqueda de unos servicios de rehabilitación eficaces, una tarea llena de luces y sombras. Y cuando había recuperado todas las facultades que sus secuelas le permitían, tocaba la adaptación psicológica a su nueva situación. "Tenemos que luchar por alcanzar una vida normalizada. Para mí es muy importante saborear cada momento, reírme con cualquier cosa. Le doy importancia a cosas que antes apenas valoraba. Y ahora tengo una nieta que me llena de ilusión", resume esta mierense corajuda, quien aspira, en la medida de lo posible, a evitar a muchas personas algunas de las estaciones del calvario por el que ella ha tenido que discurrir. Un objetivo que trata de llevar adelante con su marido en el blog "sosictus.blogspot.com.es".

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