Un exhaustivo estudio que analiza el impacto de la nueva ordenanza de terrazas en los locales de hostelería de la ciudad alerta de la pérdida del 43 por ciento de los puestos de trabajo relacionados directamente con el sector hostelero. También advierte de la desaparición de espacios turísticos tan emblemáticos como la calle Gascona, donde ninguno de sus establecimientos cumple en la actualidad con la normativa municipal, que entrará en vigor el próximo mes de enero para las que no tienen estructura y un año después para el resto. El estudio ha sido encargado por la asociación Unión y Defensa de la Hostelería a un equipo profesional de ingenieros industriales y arquitectos. Sus abogados, Javier Szechenyi Conde y Juan Antonio Rodríguez Díaz, lo presentarán hoy ante el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) solicitando la suspensión de la ordenanza, como medida cautelar, hasta que no termine todo el proceso judicial iniciado tras la impugnación de la ordenanza por parte de tres colectivos de hosteleros.
El estudio, al que ha tenido acceso este periódico, realiza un análisis del impacto de la ordenanza tomando como referencia cinco zonas distintas de Oviedo -avenida de Galicia, plaza de San Miguel, el Antiguo, Gascona y Manuel Pedregal- y un total de veintitrés establecimientos. Para realizar el cálculo de la pérdida de recursos humanos, los autores del estudio explican que tomaron nota de los puestos de trabajo vinculados directamente a las terrazas "teniendo en cuenta si se cubren a jornada completa o parcial, con el fin de poder estudiar la pérdida efectiva de puestos de trabajo con la aplicación de la ordenanza". Así, del análisis deducen que con la aplicación de la nueva norma se perdería un 38 por ciento de la superficie útil autorizada para montar terrazas, lo que se traduce, siguiendo las conclusiones del estudio, en una pérdida del 43 por ciento de las mesas existentes y un 41 por ciento de la ocupación. "Estadísticamente se comprueba que se perderán un 43 por ciento de puestos de trabajo directamente relacionados con la explotación de las terrazas, aparte de los beneficios económicos que pudieran redundar en sus propietarios".
El caso de la calle Gascona, donde el incumplimiento de la normativa sería flagrante, el estudio detecta que el 83 por ciento de las mesas de terrazas tendrían que cambiarse, porque ninguna cumple con una norma que pretende que todo el mobiliario del establecimiento esté adaptado a discapacitados. También sería necesario renovar el 46 por ciento de las sillas y retirar las repisas que se colocan en el exterior de los bares a modo de "reposavasos". Los taburetes, las mesas tipo barril y los bancos también tendrían que retirarse sin excepción porque no están autorizados. El 97 por ciento de las sombrillas tampoco son válidas. De hecho, el estudio tan solo detectó en todo su recorrido, una que cumple.
Lo mismo sucede con la mitad de los equipos de climatización, el 92 por ciento de los cortavientos y el 33 por ciento de la maquinaria. "Prácticamente la totalidad del mobiliario de terrazas sería desechada", concluye el informe.
La asociación Unión y Defensa de la Hostelería -que nació como escisión de Hostelería de Asturias para luchar contra la aplicación de la ordenanza- considera que con la elaboración de este estudio han cumplido con lo prometido a sus más de quinientos asociados. "Hemos creado una asociación por el bien de la ciudad, sin ánimo de lucro y sin pedir dinero a nadie. Este estudio es el primer paso para muchas cosas. Sólo pedimos un poco de cordura", señaló ayer el presidente del colectivo, Edén Jiménez. El informe, junto con la petición de suspensión cautelar de la ordenanza hasta que termine el pleito, llegará hoy a la sede del TSJA, en la plaza de Porlier.
