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JUAN ZARATIEGUI DEL AGUA | Escultor y autor del libro "Homenaje al hórreo asturiano"

"Hacer un homenaje a un elemento como el hórreo en Asturias siempre es un reto"

"Tardé más de dos años en idear y realizar los bocetos de la escultura de Bueño"

Juan Zaratiegui. LUISMA MURIAS

"Un complemento imprescindible para hacer la obra completamente redonda". Así ve el escultor y catedrático de Dibujo en la Universidad Laboral de Gijón, Juan Zaratiegui del Agua (Oviedo, 1984), el libro "Homenaje al hórreo asturiano", un catálogo editado por el Ayuntamiento de Ribera de Arriba, que explica la historia y la creación de la escultura que preside Bueño desde el año 2012. El propio Zaratiegui presentó ayer en el Centro de Interpretación del Hórreo de Bueño este libreto bilingüe, en inglés y español, y del que se han tirado 1.000 ejemplares que serán distribuidos en centros educativos, bibliotecas y entidades públicas de toda Asturias.

-¿Quién fue el promotor de la idea de hacer este libro?

-La razón de ser de este libreto es la propia escultura "Homenaje al hórreo asturiano", que realicé para Bueño, en el año 2012, por encargo del Ayuntamiento de Ribera de Arriba. Me parecía el complemento imprescindible para hacer la obra completamente redonda, y se lo propuse al Alcalde. Le encantó la idea y aquí está.

-¿Qué se cuenta en él?

-Todo el proceso de fabricación de la obra, desde que empecé a idearla hasta que la inauguró el entonces Príncipe Felipe, coincidiendo con la concesión del premio "Pueblo Ejemplar de Asturias" a Bueño, en 2012. Además tiene comentarios del crítico de arte Rubén Suárez, y de los historiadores José Antonio Samaniego y Fernanda Fernández, que se encargan de ahondar en la historia de esta construcción en Asturias.

-¿Por qué cree que el Ayuntamiento pensó en usted para esta escultura?

-No lo sé (risas), aún me lo pregunto. Me pidieron mi currículum, les pareció bien y, después de un tiempo les presenté la maqueta. Y no fue un proceso de valoración habitual, porque tardaron bastante tiempo en darme el sí. Pero en cuanto lo hicieron, todo fue mucho más rápido. Lo peor ya estaba hecho.

-¿Qué fue lo peor?

-Idearla. Tardé más en componerla que en ninguna otra cosa. Desde que me la encargaron hasta llegar a los bocetos definitivos, pasaron más de años. Y de ahí hasta que se instaló la escultura en Bueño, otro año más. Lo bueno de invertir mucho tiempo en la composición fue que pude hacer, deshacer, montar, desmontar y evolucionar. Y creo que eso le ha beneficiado al resultado final.

-¿Fue el trabajo más complicado de su carrera?

-No lo sé, pero sí tuvo muchas complicaciones. Después de meses realizando los bocetos, los planos y las maquetas, de las que conservo las dos últimas, una en cartón y otra en acero, llegó la fase de fabricación. La pieza pasó por tres talleres de Gijón. En el primero se cortaron las planchas de acero, en el segundo se realizó el armado y la soldadura, y en el tercero se hizo la limpieza de la pieza. Y no acabó todo, porque desde Gijón había que trasladarla a Bueño.

-Y no es precisamente fácil mover una escultura de acero de 307 centímetros y 5.500 kilogramos.

-Efectivamente. Se intentó trasladar en un camión con caja, pero no entraba por las vías del ferrocarril que hay en la autopista que conecta Gijón y Oviedo. Así que hubo que recurrir a un camión góndola, de los que lleva la mercancía sobre las ruedas.

-¿Qué supuso para usted este trabajo?

-En un principio me pareció un compromiso importante, homenajear un elemento arquitectónico como es hórreo en Asturias siempre es un reto. Además, a su vez tenía que conseguir que no fuera un hórreo, porque eso era algo que ya conocíamos todos y encima en Bueño hay 47 hórreos y todos en buen estado. Por eso me centré en su elemento más dinámico y vertical, el pegollu. Sin él, el hórreo sería un granero vulgar.

-¿Qué siente ahora al ver terminada una obra tan importante?

-Todos los críticos dicen que es muy acertada. El tema básico desde el que se desarrolla es el pegollu, pero a partir de ahí hay una abstracción, aunque siempre intentando respetar lo que es ese elemento. Y creo que lo conseguí. Que la gente percibe lo que es aunque no sea una imagen realista.

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