El alcalde de Oviedo, Wenceslao López, reiteró ayer en el Pleno que la ocupación del Ayuntamiento del pasado 22 de octubre por parte de manifestantes de las marchas de la dignidad fue una "invasión imprevista". López contestó así a las preguntas de Luis Pacho, de Ciudadanos, que acusó al regidor de "ceder" la sala de prensa a los manifestantes. El Alcalde explicó que la policía no pudo frenar ni identificar a los ocupantes porque entraron al Consistorio y "echaron a correr" y rechazó que fuera una "cesión" y que, por tanto, no hubo expediente ni permiso. "Para evitar el uso de la fuerza, se acordó abandonar la Casa Consistorial y que ocuparan la sala de prensa", dijo López, que admitió, irónico, los gastos de más causados en seguridad: "La seguridad tiene costes. Lo que no tiene costes es la inseguridad", señaló.

Por otra parte, también a preguntas de Ciudadanos, el Alcalde evitó aclarar por qué negó la posibilidad de que se debatiera en el pleno un apoyo a los Premios Princesa. "Las razones son obvias", le dijo a Luis Pacho.