Veo un desprecio llamativo a los bienes culturales de esta ciudad? sólo sería cuestión de gestionar ese patrimonio que nos ha quedado de anteriores generaciones. Llevar a cabo un listado y luego ordenar por preferencias, posibilidades para rehabilitar o bien por economía. Esto último no sería un grave problema ya que hay ovetenses y asturianos altruistas que estarían dispuestos a financiar, en parte, algunas de las mejoras. Yo quiero aportar mi granito de arena y planteo tres urgencias:

1. Poner un tejado a la iglesia del antiguo psiquiátrico. Las casas nuevas se empiezan por los cimientos; las viejas, por el tejado? y más si alberga ese precioso fresco de la Sagrada Cena (Paulino Vicente) que no va a resistir las lluvias y heladas de este invierno.

2. Se me cae el alma a los pies cuando paseo alrededor de Santullano, San Julián de Prados. ¡Tantas veces se hicieron planes de rehabilitación que no pasaron de los papeles!, y la iglesia románica se resquebraja, se cae, no en vano las vibraciones producidas por el tráfico de la autopista, la incidencia de las palomas en la piedra, la invasión de arbustos y herbáceas por sus tejados y saeteras. No sé bien por qué comparo Santullano con la Abadía de Cluny, en Francia... Tan antigua en el centro de la cuidad pero, claro, protegida. Se puede ver desde las carreteras al pasar y deslumbra a pesar de los siglos bien envejecidos.

3. La iglesia románica amurallada entre las ruinas de la Fábrica de Armas. Urge rehabilitar y abrir al público esos enormes espacios donde la fauna y flora oportunistas se instalan sin que nada se lo impida. Ratas de alcantarilla, gaviotas, córvidos, principalmente las pegas que invaden la zona, y entre la vegetación los fresnos, pláganos y sauces proliferan sin competencia alguna.

Y por último, una reflexión que podría definirse como la posibilidad de sensibilizar y acoger a la población que se interesa por el arte en su más amplio sentido. Se deberían llevar a cabo reuniones, concursos, paseos culturales y temáticos por el antiguo y por el moderno Oviedo, así como cualesquiera acciones que lleven a poner en valor nuestro patrimonio arquitectónico, artístico y cultural mediante la ampliación del museo al conjunto de la ciudad. Museos vivos, abiertos, donde se ha producido la obra que se podría proteger mediante ecosistemas apropiados. En el entorno del románico los prados podrían constituir unas áreas diversas con quince o veinte especies distintas por metro cuadrado y no esas lamentables siembras de raigrás con alguna herbácea de la familia botánica de las compuestas, que se favorecen por el pisoteo. Unos bosquetes de roble reticulados con los prados podrían reflejar el ambiente vegetal de la época y hay otras posibilidades.

Saludos a Rivi y, ánimo, se puede mejorar mucho ese patrimonio cultural tan rico que tiene Oviedo.