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La reunión mensual de la Corporación

"¿Reconoces esta firma?"

Rosón, que se cambió de sitio para estar frente a Caunedo, aprovechó el final del Pleno para increpar al líder popular

Rubén Rosón le enseña a Caunedo un papel con una supuesta firma suya al final del Pleno de ayer. LUISMA MURIAS

Si el Pleno iba camino de ser histórico no era porque alguien se fuera a achicharrar de calor, o porque el tripartito estuviera de acuerdo en todo, o porque entre el público figurasen mezclados "peperos" y "podemitas" sin más. No. Si el Pleno iba camino de ser histórico era porque, por primera vez en la historia de los plenos tripartitos, Rubén Rosón iba a terminar una sesión sin intervenir. Y eso también era noticia, vaya sí lo era: el azote del PP, que no para de freír a tuits estos días a Caunedo, se quedaba mudo el día "D". Titularón.

Pero no. El concejal de Economía, educado y suave en el trato corto pero habilidoso y provocador ante el micrófono, intervino a su manera. Dejó que se levantara la sesión y saltó disparado a por Caunedo, que salió todavía más disparado que él hacia la puerta. Cuando le dio alcance, en mitad de todos los asistentes, abrió una carpeta amarilla, sacó una hoja y le espetó: "¿Agustín, reconoces esta firma? ¿La reconoces, Agustín?". Incrédulo, el líder popular se giró y acertó a decir: "Rubén, eso en el Pleno". Lo masculló en tono bajo, como intentado apaciguar la situación. No valió de nada. "Agustín, dímelo, ¿la reconoces?", repitió el edil de Somos.

La firma se supone que era la de Caunedo el día en que firmó la devolución de una fianza a una de los negocios relacionados con Aquagest, lo que demostraría, según Rosón, "el trato de favor" hacia la principal empresa involucrada en la trama del agua. Caunedo entonces era concejal de Economía, lo mismo que lo es hoy su "increpador" habitual. De concejal de Economía a exconcejal de Economía.

Así, a bote pronto, pudo parecer que fue un impulso del impulsivo Rosón, tipo bando. Quizá algo así pensara el Alcalde, si es que desde su lado se enteró. Pero uno repasa el escenario y se da cuenta de que no. Estaban las caras de pícaros de alguno de los asistentes del público, que lo sabían todo. Estaba a su lado el asesor de Somos, como si fuera su escolta, que lo sabía todo. Y, sobre todo, estuvieron los guiños del propio Rosón, aparentemente inapreciables.

No fue casualidad, por ejemplo, que ayer Rosón no se sentara donde siempre, donde le toca, sino que intercambiara su sitio con su compañera Mercedes González, concejal de Educación. Había una razón: quería estar en la fila opuesta a la de Caunedo, para mirarle de frente.

Tampoco el personal se dio cuenta de lo que le dijo Rosón a Caunedo antes del comienzo del Pleno, cuando pasó por su lado: "Qué bochorno, Agustín, qué bochorno". Oídos sordos: el líder popular ni se inmutó.

Como no se inmutó durante los casi diez minutos que estuvo sentado en su sitio antes de que empezara la sesión. Como tampoco se inmutó cuando le llegó el turno a Fernando Villacampa, el edil de Somos elegido para dar caña en los plenos con Aquagest, y aconsejó a los concejales del PP, a los que entraron nuevos este año, que no fueran "palmeros" de su jefe y que pidieran su dimisión.

Caunedo había dado las explicaciones por la mañana, así que mantuvo la calma y no se inmutó con nada del tema en cuestión. Hasta que le tocó intervenir. Entonces alzó su voz y, enérgico, como si tuviera ganas de decirlo todo a la vez, reclamó que dejaran "trabajar a la justicia" y criticó a Somos por dos intentonas fallidas. Les trató de usted: "Me acusaron de malversación de fondos con el ovetense del año, manipularon la denuncia y la fiscalía lo archivó". Y dos: "Me acusaron de prevaricación por la subvención a las peñas del Oviedo y unas horas después firman esa subvención". Su discurso, conste, fue estratégicamente aplaudido.

Y luego llegó el momento de Rosón, lo de la firma y los consejos al personal. A Eduardo Rodríguez, del PP, le vino a decir que no le venía bien estar en el PP con Caunedo. Rodríguez le miró serio y no le respondió. Y a Luis Pacho, de Ciudadanos, le dijo que tuviera "cuidado" a ver "con quién se hacía la foto". "Los buenos somos nosotros", remachó.

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