El pediatra Serafín Málaga Guerrero (Abadía, Cáceres, 1943) recibirá hoy en Oviedo el homenaje de sus colegas con motivo de su jubilación. El marco será el XXVIII Memorial Guillermo Arce y Ernesto Sánchez-Villares, que se celebra en el Auditorio Príncipe Felipe bajo la organización de la Sociedad de Pediatría de Asturias, Cantabria y Castilla y León. El doctor Málaga, catedrático jubilado de Pediatría de la Universidad de Oviedo, fue durante largo tiempo jefe de sección de nefrología pediátrica en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Actualmente preside la Asociación Española de Pediatría (AEP), integrada por más de 9.000 especialistas.
-¿Qué significa para usted la concesión de la Medalla del Memorial Guillermo Arce y Sánchez-Villares?
-Es un gran honor recibir una distinción que recuerda a tan insignes pediatras. La alta cualificación de los colegas que me han precedido me llena de satisfacción por poder formar parte de este selecto elenco.
-¿Se ha jubilado con gusto?
-Como catedrático vinculado me llegó la jubilación al cumplir los 70 años. Tanto para la docencia como para la asistencia creo que se trata de una edad adecuada. La circunstancia de haber sido elegido por mis colegas para dirigir la Asociación Española de Pediatría está permitiéndome adaptarme paulatinamente a esta nueva etapa de mi vida.
-¿Cómo ha visto la evolución de la pediatría en estas décadas de ejercicio profesional?
-He tenido la fortuna de asistir al desarrollo de la pediatría como especialidad. A comienzo de los años 60, tras la apertura de los grandes hospitales infantiles, como La Paz en Madrid y Vall d'Hebrón en Barcelona, siguieron los centros materno-infantiles en el resto del país, lo que significó un punto y aparte en la asistencia pediátrica. También han sido decisivos la implantación de los cuidados pediátricos en atención primaria y el desarrollo de las especialidades pediátricas. Hoy, la pediatría es una especialidad que atiende al niño en su totalidad, lo que condiciona la diferencia fundamental con el resto de las especialidades médicas dedicadas a la atención del adulto. Es la medicina de un ser cuyas características físicas, psíquicas y sociales son muy distintas a las del adulto.
-Hay quien habla de una hipermedicalización del niño sano. ¿Comparte esa crítica?
-Aun aceptando casos muy concretos, me cuesta generalizar esta afirmación, porque conozco bien la forma de trabajar de los pediatras españoles, tanto en los centros de salud como en los hospitales. Cuando se actúa de acuerdo a la evidencia científica y siguiendo las directrices de las guías de actuación clínica, es difícil caer en esa mala praxis.
-¿Qué valoración hace del nuevo HUCA?
-Implica una garantía para la salud de los asturianos. He seguido los problemas surgidos con su puesta en marcha, propios de un centro de las magnitudes del HUCA, pero entiendo que, pasado un tiempo, trabajadores y usuarios encontrarán su acomodo. Por otra parte, la coincidencia de su apertura con la masiva jubilación de facultativos ha propiciado, a mi juicio, una sobrecarga laboral del personal y cierto desánimo, al no encontrar tiempo para otras tareas propias de un hospital universitario, como la investigación.
-¿Necesita la sanidad pública una reforma profunda?
-Los firmes defensores de la sanidad pública, como es mi caso, entendemos necesario un pacto de Estado si queremos seguir disfrutándola.
-Usted siempre ha compaginado la docencia y la asistencia.
-Nada se puede enseñar si no se ha practicado previamente. La figura del profesor vinculado ha sido la gran desconocida y, por lo tanto, maltratada por todas las administraciones. Me cabe la satisfacción de haber estado atendiendo enfermos hasta los últimos días de mi vida laboral, lo que me obligaba a mantenerme al día en su manejo y poder trasmitirlo así a mis alumnos. En Asturias arrastramos un serio déficit de plazas de profesores asociados.
-Recientemente, usted reclamó la creación de especialidades dentro de la pediatría.
-Las especialidades pediátricas son una realidad, ya que están presentes en la cartera de servicios de los grandes hospitales del Sistema Nacional de Salud, entre ellos el HUCA. Recientemente se ha reconocido a la neonatología como primera área de capacitación específica de la pediatría, según la terminología actual. Desde la AEP entendemos que todas las especialidades pediátricas son susceptibles de ser reconocidas como de capacitación específica, con independencia del calendario de implantación.
-Imagínese un epitafio profesional que resuma su carrera. ¿Cuál le gustaría que fuera?
-Un pediatra honesto.
