Fernando Martínez Cuervo es diplomado universitario en Enfermería, licenciado en Antropología Social y Cultural y actualmente dirige la residencia geriátrica El Cristo de Oviedo. El Colegio de Farmacéuticos de Asturias organizó recientemente el taller "Abordaje y tratamiento de heridas desde la oficina de farmacia", en el que Fernando Martínez intervino como ponente.

- ¿Ante una herida leve mejor buscar consejo en la farmacia?

-La farmacia comunitaria es un servicio sanitario próximo y accesible para el ciudadano, donde el farmacéutico, además de ser especialista en medicamentos, es un agente de salud. Cuando un paciente portador de una herida o quemadura superficial solicita ayuda al farmacéutico la atención derivada conlleva, desde el propio acto de la dispensación, la información sobre las indicaciones, las dosis a aplicar, las posibles interacciones, los efectos adversos y la correcta conservación del medicamento.

-¿Cuándo hay que empezar a pensar en ir a la enfermera o al médico?

-Existen heridas que es necesario que sean valoradas y tratadas desde las consultas de enfermería o por los médicos, entre ellas tenemos las heridas con importante sangrado; las heridas profundas o de gran extensión; las que necesitan ser suturadas -habitualmente, con más de un centímetro de profundidad, las que se presentan en rostro o las que muestran hueso o tendones-; si se trata de una mordedura por un animal u otra persona; heridas con objetos incrustados -no deben de extraerse-; punciones o cortaduras con objetos sucios, oxidados o mohosos; personas que no hayan recibido la profilaxis antitetánica; y heridas con signos de infección como calentamiento y enrojecimiento de la zona, hinchazón, dolor, fiebre o un drenaje de la herida de aspecto purulento.

-¿Cuáles son las heridas domésticas más repetidas?

-Los accidentes domésticos suponen un importante impacto para la sociedad, por los costes económicos de su atención, la pérdida de jornadas de trabajo y las secuelas y cambios de hábitos tras el accidente. Las consecuencias más directas de los accidentes en el hogar se relacionan con caídas, contusiones, torceduras, fracturas, luxaciones, aplastamiento de miembros, lesiones de vasos sanguíneos, asfixias, entre otros. Uno de cada cinco accidentes en el hogar tiene como consecuencia una herida abierta, las más frecuentes son los cortes, las quemaduras y las mordeduras.

-¿Cuáles son los errores más comunes al tratar una herida en casa?

-Uno de los errores más frecuentes es no dar importancia a las heridas. Esto propicia que no realicemos un adecuado abordaje y estamos allanando el terreno a la infección y en muchas ocasiones aumenta el tiempo que necesitará para una adecuada cicatrización. Es importante realizar un minucioso lavado de la herida, con suero salino o agua potable, aplicar un antiséptico sin colorante para reducir el riesgo de infección y colocar apósitos que no se adhieran al lecho de la herida.

-¿Alguna precaución extra en niños y ancianos?

-En los niños debemos recordar que la estructura de la piel no ha alcanzado su grado máximo de desarrollo, su sistema inmunitario se está desarrollando y cuando presentan una lesión no todos los productos de cura están indicados, especialmente en neonatos. En los mayores su sistema inmunitario va en retroceso, su capacidad para regenerar tejidos ha disminuido y la cicatrización de las heridas es más lenta. Y además, la pérdida de la elastina y el colágeno entre otros elementos favorece el desprendimiento de la epidermis. La prevención y el tratamiento de las heridas en estos dos grupos deben de extremarse para evitar complicaciones.

-¿Cómo evitar una infección?

-Una inadecuada técnica de cura o la elección de productos poco adecuados pueden favorecerla. En el ámbito sanitario se realizan curas asépticas y estériles, pero cuando una herida aguda es curada por el propio paciente o su cuidador deben lavarse las manos antes, si utilizan algún material debe estar limpio, la limpieza de la herida se realizará con abundante agua potable o suero salino eliminando los restos de curas anteriores, se aplicará un antiséptico sin colorante respetando los tiempos de actuación y los apósitos de cierre impedirán el paso a los gérmenes.