Entrar en el invernadero del ovetense Luis Menéndez y el italiano Luca Chiaraluce es como dar una vuelta al mundo sin salir de Ribera de Arriba. Estos amigos de 35 y 33 años montaron en Bueño una huerta ecológica hace un año con el objetivo de "diferenciarse del resto". Y lo han conseguido. Tienen cerca de noventa variedades de pimientos, más de diez tipos de tomates y un montón de hortalizas "difíciles de encontrar" originarias de cualquier rincón del planeta.
"Sembramos semillas de la India, de Corea, de Perú o de donde pinte", explica Luis, que tras estudiar Dirección y Administración de Empresas y buscar trabajo sin mucho éxito, decidió probar suerte en la agricultura junto a Luca, un enfermero y aparejador -"Sí, lo sé. Son ocupaciones muy distintas", dice- nacido en Macerata y que también estaba harto de dar tumbos laborales.
El proyecto pronto dio sus frutos, una vez que encontraron el lugar idóneo para establecerse. "Vimos que este terreno estaba disponible con el invernadero incluido y lo alquilamos. Había servido para criar caracoles pero no funcionó. Así que nosotros le dimos un uso más exótico", cuentan los agricultores noveles.
El picante es el denominador común de muchos de sus productos. Es el caso del Bhutjolokia, un pimiento que se da en la India, Bangladesh y Sri Lanka, y que puede tumbar a los amantes del tabasco y el wasabi. Por algo es la variedad más picante del mundo. La intensidad de colores está presente en mayor o menor medida en todo lo que siembran, que además suele tener un nombre peculiar. "Mira, esto son ajís para preparar cebiche, aquellos son pimientos morrones de chocolate, los de allí se llaman Rokotos y van fenomenal para preparar el mojo picón. Las colas de rata y los pezones de mono están muy ricos y son italianos. Las naranjas de invierno saben a gominola. Y eso de allí son macetas con pimientos decorativos. Bonitos, ¿eh?". La lista de pimientos internacionales parece no acabarse nunca, pero justo cuando Luis termina de llenar una cesta multicolor, saca otra para meter tomates. Vuelta a empezar: San Marzano, Costoluto fiorentino, Roma, Plum lemon, Corazón de buey o Super steak ("se llama así porque por dentro parece un steak o filete de carne"), son algunos ejemplos de los tomates que cultivan y venden.
La mayor parte de los clientes de estos jóvenes son particulares con paladares refinados, restaurantes y pequeñas tiendas especializadas. Nos llaman de Asturias, pero también de Madrid, Málaga o Valencia, para llevar un año funcionando estamos bastante satisfechos con el resultado", dice Luca mientras aparta del camino al tercer "socio" del negocio: el perro "Pamuk", un cachorro de mastín que corre y brinca alegremente por la huerta exterior. Allí, como no, crecen rabanitos de varios colores, acelgas chinas (Pakcho), una verdura coreana especial para rehogar en la sartén de nombre Wogboak, y acelgas brillantes. La vuelta al mundo en un invernadero.
