Ya lo habían adelantado los productores de castaña valduna y ayer se confirmó en la feria anual que el municipio de Las Regueras dedica a este fruto. No ha sido un buen año de cosecha. La escasez de lluvias, sobre todo en agosto, ha provocado que haya pocas castañas de raza valduna y que, además, muchas de ellas dañadas, lo que obliga a desechar un alto número para mantener la calidad. La consecuencia directa ha sido una subida en el precio del producto, que ayer se vendía en la feria a seis euros el kilo, el más caro en la historia del certamen, que ayer abrió sus puertas.

"Este año no fue bueno, que va, al menos en cuanto a calidad. Traemos muy poca valduna, pero la calidad es buena, eso también cuenta para el precio ", explicó Natividad Cabeza, titular de uno de los puestos instalados en la feria. A pesar de que esta variedad de castañas es autóctona de Las Regueras y debe su nombre a la parroquia de Valduno, también se puede recolectar en los municipios limítrofes. De hecho, las valdunas que Cabeza lleva a la feria han sido recogidas en zonas como San Claudio y Limanes. Pero, como no solo de valdunas vive la feria, en el puesto se podían adquirir también buenas castañas de otra variedad a 4,50 euros y las más corrientes, las chambergas, a 2,50 euros el kilo.

Mari Carmen Álvarez, de Ania, estaba convencida a mediodía de ayer de que los lotes de castañas valdunas que llevó a la feria no durarían mucho. "Traemos muy pocas", explicó. Además de castañas, en el puesto -del que está a cargo su madre, Ángeles Rodríguez- vendían también chorizos y morcilla de casa, nueces y avellanas.

"La miel no la hacemos nosotros, la hacen las abejas", respondió con chispa José Manuel Estrada al ser preguntado por el producto que este ovetense llevó a uno de los expositores de la feria. Sin embargo, una de las cosas que más llamaba la atención eran sus bonsais, un manzano y por supuesto, un castaño. "El manzano tiene veintiséis años y el castaño doce", explicó este aficionado a los árboles en miniatura.

De ponderar al castaño y sus frutos se encargó el pregonero del certamen reguerano de este año, Jaime Izquierdo. Como si de un cuento se tratase, dando voz al castaño que ve desde su ventana, este experto en desarrollo rural habló de la relación del árbol con la tierra, con los pueblos y una forma de vida que ya no existe. "Solo se acuerdan de mí los jabalíes y los viejos", manifestó, en un intento de reivindicar "lo que los castaños hicieron por los hombres" y "el hambre que quitaron". Izquierdo auguró que los pueblos "no volverán a la vida si no recuperan las cosas que les son propias", como los castaños. "Algo tendremos que hacer entre todos", pidió desde el atril.

La feria continúa hoy, hasta las cinco de la tarde, con la entrega de premios de los concursos de postres elaborados con castañas y los lotes de valdunas.