La titular del juzgado sobre Violencia sobre la Mujer, de acuerdo con el Ministerio Fiscal, acaba de dictar una orden de prisión provisional y sin fianza para Jorge Portillo, el hombre detenido ayer en Gijón por la muerte violenta de su pareja su domicilio de Oviedo. Se le atribuye un delito de asesinato sin perjuicio de que, a lo largo de la instrucción, pudiera modificarse esta calificación.

El hombre, que será trasladado de inmediato al Centro Penitenciario de Villabona, prestó declaración durante aproximadamente una hora y veinte minutos, asumiendo desde el primer momento los hechos y dando todo tipo de detalles. Así concretó que mató a su pareja el pasado jueves a las 2 de la tarde de varios golpes con unas mancuernas y que en los días sucesivos visitó la vivienda en varias ocasiones.

En cuanto a la posible motivación para lo sucedido relató distintos problemas eonómicos que les acuciaban y señaló en su declaración que para él era la manera de salvarla de todos los problemas y angustias. Además contó que durante los días que pasaron tras matar a la mujer, pensó en suicidarse en varias ocasiones, pero decidió finalmente que lo mas justo para su pareja era pagar por ello.

Asimismo manifestó que desde hace muchos años estaba diagnosticado psiquiátricamente de un transtorno de personalidad por el que habría estado ingresado en varias ocasiones.

El presunto asesino mató a su pareja el jueves a las dos de la tarde. Pasó la noche del viernes y del sábado en un hotel de Oviedo. El domingo regresó al domicilio para escribir las cartas y pasó allí la noche, con el cadáver de su pareja. Por la mañana se fue temprano de casa. Primero al muelle de Luanco para tirarse, pero no se atrevió. Luego al de Avilés, pero tampoco pudo. Y por últimó fue a Gijón, donde intentó quitarse la vida en el entorno del Elogio al Horizonte.

Finalmente desistió y decidió entregarse en comisaría, aunque lo detuvieron antes. El presunto asesino no declaró en comisaría. Tras pasar esta mañana a disposición judicial acompañado de su abogada de oficio, Ana Arrojo, y tras prestar declaración, será trasladado a Villabona.

Una pesa de gimnasio y altas dosis de ira

Los habitantes de Oviedo sufrieron ayer una gran conmoción después de que un hombre golpeara hasta la muerte a su pareja con una mancuerna en el piso que ambos compartían en la primera planta del número siete de la calle General Zuvillaga, pared con pared con la oficina del Servio Público de Empleo del Principado y a unos treinta pasos del Club de Tenis. Se trata del primer asesinato que se produce en la ciudad en lo que va de año y el tercero en la región relacionado con la violencia de género.

El cadáver de María Isabel Márquez Uría, natural de Bilbao y de 65 años de edad, fue hallado por la Policía Nacional sobre las 9.30 horas después de que los agentes fuesen alertados por los empleados de una oficina que se encuentra en el mismo piso donde se produjo el crimen. Los trabajadores dieron la voz de alarma después de darse de bruces en su buzón con una nota manuscrita dejada por el supuesto asesino. En ella explicaba que su pareja estaba muerta, solicitaba que se avisara a la Policía y avisaba de que cuando lo hicieran él también estaría muerto.

Las advertencias puestas negro sobre blanco por el supuesto asesino se confirmaron en cuanto los investigadores accedieron al domicilio gracias a las llaves que dejó el hombre. Allí se encontraron con una macabra escena: el cuerpo de la fallecida sobre la cama, con la cabeza abierta por los golpes que recibió, se supone, con las mancuernas que se encontraron ensangrentadas cerca del cadáver. El tenebroso decorado se completaba, según fuentes de la investigación, con abundantes salpicaduras de sangre en las paredes del cuarto. Además, los investigadores hallaron otras tres notas, escritas por el presunto asesino, en las que el hombre -Jorge Portillo Vega, de 51 años y nacido en Barcelona- se hacía responsable de la muerte de su pareja y anunciaba su intención de suicidarse. Poco después, sobre las once y media de la mañana, el hombre fue detenido en Gijón cuando se iba camino de la Comisaría del Natahoyo para, según fuentes conocedoras del caso, entregarse tras descartar quitarse la vida. "Es un señor de lo más normal", coincidían ayer varios vecinos de la pareja.

Según confirmaron ayer fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), no existen denuncias previas por episodios de violencia de género entre la pareja. Tampoco consta que el detenido tenga antecedentes por esta clase de hechos, aunque, según fuentes cercanas a la investigación, sí los tiene por otro tipo de delitos. Estas mismas fuentes calculan que la pareja había comenzado su relación "hace unos seis años", aunque hay quien rebaja esta cifra a "cuatro años".