"La conectividad actual es irreversible; no es sólo una moda, ya no hay posibilidad de regresar al modelo de comunicación anterior, en el que los periodistas filtraban los contenidos." José Luis Orihuela, profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, conferenciante y escritor, dejó ayer claro, en la conferencia ofrecida en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA, organizada en colaboración con la delegación en Asturias de la Asociación Alumni de antiguos alumnos de la Universidad, que vivimos hiperconectados y en un futuro "lo haremos más aún".

Orihuela, nacido en Córdoba (Argentina), que fue presentado por Kiko González Cuesta, secretario de la Asociación Alumni en Asturias, y Diego Maraña, delegado de la Universidad de Navarra en la región, expuso cómo la penetración de las redes sociales y aplicaciones como Whatsapp o Line han generado esa hiperconectividad, con las consecuencias que ello conlleva. En su opinión, el siguiente paso será "el internet de las cosas", que supone la generalización de la red a elementos de uso cotidiano, como los smart watches (relojes inteligentes) o los pulsómetros utilizados para correr.

Orihuela destacó que en su relación con la tecnología el ser humano busca magia, "Queremos tener más amigos, ser más guapos, vender más... Y cuando la tecnología no nos da eso, la tachamos", recalcó. Desde su punto de vista, "internet es la primera tecnología que no refuerza el poder de los que tienen los medios; no sabemos lo que pasará en el futuro", añadió. Para intentar dilucidarlo, Orihuela considera fundamental analizar el comportamiento de los Millennials, la generación de los nacidos en los 80, que copará el 75% del mercado laboral en 2025: "Gente que no entiende cómo sus padres ven hora y media de televisión para recibir 40 minutos de película, y que están dispuestos a pagar por ejemplo en Netflix", empresa estadounidense de entretenimiento que proporciona mediante tarifa plana contenido multimedia. Esas nuevas fórmulas también provocan que la publicidad deba integrarse en los contenidos.

Diego Maraña hizo hincapié en la oferta de la Universidad, en cabeza de los rankings españoles y europeos entre las privadas, con 160.000 exalumnos en el mundo y clara vocación internacional.