"Llegó el sábado por la tarde y reservó una habitación individual, de las pequeñas, para dos noches. Cuando me enteré de lo que había hecho me impresionó muchísimo". Tomás García es el propietario del hotel Santa Clara, en la calle del mismo nombre, y un día después de saber que uno de sus clientes ha matado a una mujer, aún no se ha repuesto del susto. Allí se alojó Jorge Portillo Vega el sábado y el domingo. Es decir, que el hombre que ha confesado haberle quitado la vida a su pareja golpeándola con una mancuerna se fue a un hotel dos días después del crimen.

Según el gerente del establecimiento, Portillo era un habitual de su cafetería, en la planta baja del hotel y con acceso independiente. "Solía pedir un cortado, era amable e ingenioso y tenía buena presencia. Por eso, cuando pidió habitación no pensamos nada raro", explica García, que no puede evitar estremecerse al contar que el domingo "le pidió unos folios a la chica de recepción porque quería escribir algo".

El presunto asesino de Isabel Márquez Uría (pendiente de juicio y ahora en prisión provisional sin fianza acusado de asesinato) dejó varias cartas en el edificio donde residía con su pareja, en la calle General Zuvillaga, revelando lo que había hecho y alertando de que se iba a quitar la vida.

Portilla aseguró ayer durante su declaración en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer que después de matar a su compañera sentimental se marchó del domicilio, pero volvió varias veces en los días sucesivos. Además, fuentes cercanas al caso comentan que se quedó en casa de un amigo uno de los días, sin especificar si esa persona conocía o no lo que había pasado.

"Le facturé yo la cuenta del hotel. Fueron sesenta euros. Se comportaba normal y estaba hasta simpático. Hasta me dijo, 'vale, está bien, campeón" porque me hice un pequeño lío con la factura", explica el propietario del hotel Santa Clara, donde la noticia ayer apenas había trascendido entre la clientela y sólo los trabajadores la comentaban: "Es un palo muy gordo para todos que nos ha dejado muy tristes".