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Portillo intentó vender enseres del piso con el cadáver aún dentro

Fuentes cercanas al caso dicen que el acusado enseñó la casa tras el crimen

Portillo intentó vender enseres del piso con el cadáver aún dentro

Jorge Portillo Vega trató de vender enseres del piso que compartía en la calle General Zuvillaga con su pareja sentimental, Isabel Márquez Uría, después de haberla matado. Eso es lo que afirman fuentes cercanas al caso, que van más allá y aseguran que incluso abrió su casa a posibles compradores de muebles y diferentes objetos del hogar con el cadáver en el interior del domicilio, en concreto en una habitación. Así, el acusado se habría puesto en contacto con particulares y tiendas especializadas en la compraventa de artículos de segunda mano.

El presunto asesino, que cumple prisión provisional y sin fianza en Villabona y al que la magistrada titular de Juzgado de Violencia sobre la Mujer ha atribuido un delito de asesinato (una calificación que a lo largo de la instrucción puede modificarse) confesó ayer que se marchó de la vivienda el jueves, tras haberla matado, pero que regresó en varias ocasiones.

El entorno de Portillo, natural de Barcelona, afirma que no se le conoce una profesión concreta y que "tiene deudas con la justicia", pero ninguna relacionada con los malos tratos o la violencia de género. Fue detenido en Gijón sobre las once y media de la mañana del lunes cuando se dirigía a la comisaría del Natahoyo para entregarse tras descartar quitarse la vida.

Las mujeres víctimas de violencia machista tienen a su disposición el número de teléfono 016, confidencial y gratuito, que les ofrece asistencia.

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