Los vecinos de buena parte del concejo han puesto sobre la mesa del gobierno local treinta peticiones para cambiar de manera radical el diseño del transporte urbano de la ciudad, que en agosto de 2014 sufrió un vuelco histórico tras la entrada en vigor del Plan de Movilidad. Residentes, trabajadores e incluso ayuntamientos de concejos limítrofes han llamado a la puerta del tripartito carbayón (Somos, PSOE e IU) para presentar sus quejas sobre el nuevo mapa del transporte. Las exigencias de cambios afectan a once de las trece líneas actuales y, fundamentalmente, se centran en solicitar mejoras para las conexiones con la zona rural, mayor número de paradas y descuentos para determinados colectivos.

Todas las reclamaciones han sido recopiladas por el tripartito y plasmadas en un documento de dos folios que anteayer el gobierno local entregó a los vecinos en la primera reunión para remodelar el Plan de Movilidad. La intención del tripartito es que las asociaciones de vecinos estudien las peticiones y las completen, para luego volver a reunirse. El objetivo pasa por tratar de aplicar los cambios a finales de enero pero con dos premisas claras: que las modificaciones sean técnicamente viables y económicamente sostenibles.

La zona rural concentra buena parte de las quejas. Los vecinos de Santo Medero, Ayones y Llagú ha solicitado reiteradamente que la línea K (Latores-Plaza de América) tenga paradas en estas localidades. De igual forma, plantean que se estudie conectar el centro con el futuro museo de la cerámica de Faro. Otra exigencia es la de los vecinos de la falda del Naranco, que quieren recuperar las dos líneas que tenían (6 y 16). En el pasado mandato encontraron el respaldo del PSOE, cuyos ediles participaron activamente en las manifestaciones convocadas por los vecinos. En este punto, el problema puede encontrarse con el coste de la línea: unos 250.000 euros anuales.

Los vecinos de la zona urbana también han alzado la voz. El Ayuntamiento ha recibido peticiones desde La Corredoria para aumentar las frecuencias de las líneas D1 y D2 (las facultades del Cristo-Parque Principado), pasando de media hora a quince minutos. También se piden nuevas paradas, como una en la estación de tren de La Corredoria. O recuperar otras, como la de Foncalada o el Molín de la Casuca (La Corredoria). En La Corredoria también se quiere recortar el tiempo de viaje entre el barrio, el centro y El Cristo.

Colectivos de trabajadores de distintos sectores también han presentado sus propuestas. Desde el hospital Monte Naranco se pide restaurar las paradas dentro del centro sanitario. Por su parte, operarios de la Fábrica de Armas de Trubia quieren que se recupere el autobús que iba desde el HUCA a la localidad trubieca.

Otras peticiones se centran en la creación de nuevas rutas. Una de ellas sería unir Vetusta, Villafría y La Tenderina con la estación de autobuses. Incluso hay quien quiere cambiar marquesinas de sitio (Purita de la Riva y Hermanos Pidal). De igual forma, el Ayuntamiento abordará la revisión del búho, que no está cumpliendo con su misión y "prácticamente va vacío", reconocen desde el equipo de gobierno.