Las tres plantas de la que fuera sede de Duro Felguera en la calle Marqués de Santa Cruz de Oviedo están sufriendo una profunda mutación interior que apenas trasluce hacia fuera. El bufete de abogados Ontier ha decido dejar la calle Uría y convertir en su nuevo cuartel general los 1.800 metros cuadrados de un edificio protegido y emplazado en la esquina entre Santa Susana y Marqués de Santa Cruz, justo en la esquina superior izquierda del Campo San Francisco.

Lo más llamativo de la remodelación interna es la creación de dos salones de actos, ambos con gradas escalonadas, concebidos tanto para actos del propio despacho como para actividades de entidades ajenas que opten por contratarlos. "Por un lado tendremos el 'Espacio Ontier', con unas 80 plazas, y por otro el 'Teatro', con unas 50 butacas", señalaron fuentes de la firma de abogados de origen astur-madrileño, que ha traslado su sede corporativa a Londres y está inmersa en un intenso proceso de internacionalización. El grupo está implantado en 13 países y asesora a clientes como el Grupo Slim, Repsol y Talgo. En la sede ovetense tiene 28 trabajadores, y en total más de 300.

Ontier se ha hecho con el emblemático edificio ovetense en régimen de alquiler, pero la remodelación lo hará irreconocible para quien lo haya visto antes. La planta baja estará ocupada, de forma principal, por los citados salones de actos. La primera planta será la parte "noble" del recinto. La segunda planta estará destinada a despachos de los letrados, que operan en diversos ámbitos del derecho, con particular dedicación al mundo mercantil y al asesoramiento de grandes grupos empresariales.

"Seremos muy cuidadosos con todos los elementos que requieren protección, y nos esmeraremos para integrarlos en los nuevos usos", indicaron las citadas fuentes. Un valioso patrimonio del edificio lo constituye un mural del conocido escultor ovetense Víctor Hevia Granda (1885-1957).

Una de las características definitorias del recinto es la luminosidad y la belleza de algunas vistas que ofrece al Campo San Francisco. Dispondrá de un ascensor de cristal que comunicará las tres plantas, de una biblioteca y de una sala de videoconferencias. Pero sus nuevos responsables aspiran, de forma singular, a alumbrar "un nuevo concepto de despacho de abogados, mucho más abierto a la sociedad".