Son diametralmente opuestas en apariencia, pero muy cercanas en la realidad. Fernanda Álvarez (México, 1967) y Anne Heyvaert (Estados Unidos, 1959) no se conocían en persona hasta ayer, cuando ambas llegaron a montar sus exposiciones en la galería Alfara, el espacio que van a compartir hasta el 13 de diciembre. Pero, sin haberse visto antes, su complicidad estaba asegurada.
Llegaron a las artes gráficas por diferentes caminos. Álvarez se encontró con ellas en la Escuela de Arte de Oviedo, en la que cursó sus estudios. Heyvaert, después de pasar una etapa importante en el mundo del dibujo y la pintura. Y, lo que apareció por casualidad, llegó para quedarse en sus vidas y para llenarlas por completo. La gráfica les abrió un campo nuevo de investigación artística en el que cada una intenta siempre conseguir una vuelta más, pero cada una a su modo. Las obras de Álvarez son la sutileza, la feminidad y la explotación de las posibilidades de los materiales llevadas al límite. El trabajo de Heyvaert es la pureza y la linealidad aparente que esconde mensajes enigmáticos, el trampantojo al máximo exponente. Y un ejemplo de todo eso, de ese mundo interior, es lo que se puede ver desde hoy en Oviedo.
"Grietas" es la exposición que la asturiana, de residencia y corazón, Fernanda Álvarez presenta en Alfara. Doce piezas circulares que forman una serie en la que la seda, el papel, los alfileres, el dibujo, la litografía, las flores, el blanco y el color comparten protagonismo. "Es una referencia al paso del tiempo, al crecimiento, a la pérdida, a las arrugas", explica la autora. Ganadora del premio nacional de Litografía "Ciudad de Gijón" en 2008, Álvarez tiene una habilidad única para cargar de contenido las transparencias, los juegos de luz y los collages de diferentes materiales que predominan en sus obras. Todo salpicado de una buena dosis de mirada y sentir femenino. "Mi obra es autorreferencial, cuento lo que me pasa. Todos los artistas, y más los de ramas minoritarias como esta, estamos en la autoexploración y por eso mi obra tiene tantas referencias femeninas". Las flores también son una imagen recurrente en su trabajo y, esta vez, las pinta sobre la tela y las estampa sobre el papel utilizándolas como base. "La flor es algo femenino, perfecto, bello, que desaparece. Su durabilidad es corta y representa perfectamente esa metáfora de las grietas de la vida".
"Plis pages" es la presentación de Anne Heyvaert en Asturias. Hija de padre belga y de madre francesa, la obra de esta profesora de Bellas Artes de la Universidad de Vigo, residente en La Coruña desde el 94, tiene una clara influencia de sus culturas paternas. Minimalismo, elegancia y pasión hacia las letras y el papel. Unos elementos que aparecen en esta obsesión por el pliego y las sombras en las que nacen las páginas de los libros. 20 dibujos de libros doblados con páginas en blanco. Un pliego de imprenta lleno de citas y palabras que explican la doblez, que se entremezclan con el falso texto, y un grabado. "Todas las páginas que dibujo, incluso el post-it que aparece en el grabado, están en blanco. Habla de todo lo que puede esconder el papel. Es un elemento muy sugerente que engaña fácilmente por sus trazos limpios y que puede ocultar un contenido inimaginable", asegura.
Dos artistas que confirman que, a pesar de tener que realizar ambas otras actividades para poder sobrevivir, la gráfica goza de muy buena salud.
