Al final de esta semana viene el momento de la crónica negra, plagada de gente normal, de vecinos del bloque que "solían saludar". Uno de estos mató el lunes a Isabel Márquez Uría, una mujer de 65 años que creía vivir un amor de juventud junto a quien en realidad era un farsante estafador. Vergonzoso este comportamiento, que la llevó a ella al borde de la ruina; e imperdonable la salida (un asesinato vil, a golpes por la espalda) de cuando se vio atrapado en su mentira y no pensó nada más original que llevarla a ella hasta la muerte. Y era un tipo tan normal. Horroroso.