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Falso accidente en Pando

Un hombre simula haber sido atropellado junto a sus tres hijos en un paso de cebra

La Policía Local descubre en una grabación de tráfico de la glorieta de Luis Oliver que el denunciante le dio una patada a un vehículo "que ni le rozó"

Un hombre simula haber sido atropellado junto a sus tres hijos en un paso de cebra

"Le pillamos con todo el equipo". Eso dice la Policía Local al referirse a un hombre que interpuso una denuncia falsa por atropello y fuga hace una semana. Los agentes investigaron los hechos ese mismo día y descubrieron "sin ninguna duda" que se lo había inventado. Según contó en persona el lunes 9 de noviembre en la comisaría del Rubín -con un collarín puesto y un brazo en cabestrillo- esa tarde un coche les había arrollado a él y a sus tres hijos en un paso de cebra cerca de la glorieta de Luis Oliver, en el barrio de Pando, y se había marchado sin socorrerles. El denunciante cojeaba, se movía con dificultad y se quejaba de fuertes dolores, e incluso aportaba partes médicos del servicio de urgencias del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), a donde acudió con sus hijos nada más sufrir el supuesto accidente. Los informes del centro sanitario reflejan que los cuatro tenían policontusiones, pero que no era necesario su ingreso.

La Policía se puso de inmediato a buscar al conductor con la descripción del vehículo y matrícula que les había dado el padre de familia. Al poco tiempo dieron con él. "No cuadraba nada. Había incoherencias entre la versión del herido y la del presunto infractor, un chaval que no tenía ni idea de qué le estábamos hablando", explican los agentes, que examinaron a fondo el coche sin encontrar "las características marcas de un atropello de esa índole".

Con la mosca detrás de la oreja, revisaron las cámaras de tráfico del entorno de Luis Oliver. Allí estaba la grabación del momento exacto del "atropello". Cuando el vehículo pasó delante de la familia y aminoró la marcha, el hombre le dio una patada en la parte trasera, "pero el coche ni les rozó". No sólo eso, después de propinar el puntapié, se le ve correr "sin problema físico ninguno" por la calle. Los tres hijos, menores, (dos de unos cinco o seis años, y otro adolescente) acompañaban a su padre, que a continuación les llevó al HUCA.

Los agentes llevaron las pruebas al juzgado donde se han abierto diligencias.

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