IU se desmarcó ayer de la intención de Somos, el peso pesado del tripartito ovetense con seis concejales, de destituir a buena parte de los altos funcionarios municipales -los conocidos popularmente como "pata negra"- y remplazarlos por directores generales traídos de fuera de la administración local, ya que los podemistas consideran que hay empleados públicos que están boicoteando al tripartito. "Hay que aprovechar lo que hay en la casa", dicen desde la coalición, mientras insisten una y otra vez repitiendo como un mantra su "confianza plena en el trabajo de los funcionarios".

Por su parte, la oposición -PP y Ciudadanos- rechaza frontalmente la medida que quiere poner en marcha Somos y que ayer fue adelantada por LA NUEVA ESPAÑA. Los populares, a través de su líder y anterior alcalde, Agustín Iglesias Caunedo, aseguran que el objetivo que se busca con la remodelación de la cúpula de la pirámide funcionarial es acabar "con la independencia" de los trabajadores públicos y "amedrentarlos". Pero sobre todo, "acabar con la objetividad, el mérito y la capacidad de los funcionarios públicos para sustituirlos por mediocres temporeros con carné del partido".

Mientras, desde Ciudadanos, su portavoz, Luis Pacho, criticó a Somos por "hacer acusaciones muy a ligera contra los funcionarios", como que están boicoteando al tripartito. "Me parece una afirmación muy escandalosa", abundó el representante del partido de Albert Rivera en la ciudad. "Un cosa es decir que en materia de personal el Ayuntamiento tiene tantos agujeros como un queso de gruyer, y otra que los funcionarios no son de fiar", sentenció. De vuelta a Caunedo, el anterior regidor local encuentra tras la medida una clara explicación que expone ironizando con los sucesos que acabaron con la extinta URSS en tiempos de Mijaíl Gorbachov: "La glásnost (apertura, transparencia en ruso) ha muerto en el Ayuntamiento de Oviedo". Y añadió: "La transparencia y la independencia de los funcionarios molesta al tripartito". ¿El motivo? Pues a juicio del número uno del PP se debe a que "el tripartito no quiere que los ovetenses sepamos a qué se dedica". Caunedo también acusó al gobierno local de izquierdas de haber "iniciado una caza de brujas olvidándose de lo verdaderamente importante: las necesidades de los vecinos".

¿Y por qué al socio más pequeño del tripartito no le gusta cambiar funcionarios "pata negra" por directores generales venidos de otros lugares? Para empezar, y en palabras de Cristina Pontón, portavoz de IU, antes de hablar de directores generales "primero habría que hacer el Presupuesto, no se puede empezar la casa por el tejado". Luego, Pontón lanzó un dardo envenenado a Somos. "¿No estábamos en contra de incrementar el coste político de la Corporación?", señaló ayer en referencia a las promesas de los podemistas de reducir el número de los altos cargos de la administración y su coste. Y es que el fichaje de los directores generales supondría un incremento del coste de personal de unos 300.000 euros anuales. A Pontón tampoco le convence cómo Somos quiere aplicar la medida, lejos del debate en el seno del tripartito. "El que quiera hacer cambios que lleve a la Junta de Gobierno para debatirlo", advierte.

La concejala de IU no olvida que la cuestión ya estuvo sobre la mesa cuando el tripartito inició el mandato. Y fue durante el agrio debate sobre los sueldos de los ediles y el número de liberados. "Es un debate que se debió hacer en su momento con la negociación de los medios para los grupos. Se nos dijo que no era el momento y, ahora, por no se sabe qué extrañas circunstancias, el debate se abre", sentencia.