Adolfo Suárez González (El Entrego, 1964) ha sido nombrado jefe del servicio de aparato digestivo del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Era el único candidato en un concurso de méritos en el que, no obstante, hubo de defender una memoria de gestión para una unidad, como tantas otras, acosada por las dilatadas demoras.

-¿Prioridades?

-En el nuevo HUCA disponemos de una dotación tecnológica espléndida. Nuestro problema ha sido de personal. La plantilla orgánica del servicio es de 23 médicos, pero en los últimos tiempos hemos estado por debajo, y hemos tenido temporadas de cuatro y cinco bajas. Ha habido un problema presupuestario, pero desde principios de este año el compromiso de la dirección del Hospital es tener cubierto ese volumen de plantilla. Aún no se ha logrado porque en el mercado no hay especialistas.

-Al servicio de digestivo del HUCA se le exige más por estar en un hospital de referencia.

-No me gusta engañarme. Ser un centro de referencia y reivindicar el liderazgo es algo que hay que ganárselo todos los días.

-Para muchos ciudadanos, lo que más suena del servicio de digestivo son las colonoscopias y, con ellas, las largas esperas.

-Hacemos muchas más cosas. Llevamos trasplante, hepatitis, enfermedad inflamatoria intestinal... Las demoras son un reto. Lograr un recorte sensible es difícil a corto plazo, pero a medio plazo, con una dotación de personal adecuada, lo considero viable.

-Los pacientes se angustian.

-Hay varios tipos de espera, y procuramos priorizar lo más urgente sobre lo menos urgente. Ahora, todo el mundo que pide pruebas las cataloga como "preferentes", y eso complica la gestión. Hacer unas cosas es dejar de hacer otras. En gastroscopias estábamos muy mal y hemos mejorado mucho. Es cierto que hay colonoscopias que esperan un año. Las preferentes, hay unas que tienen 15 días de máximo; otras, no pasan de dos meses. Otras se piden como preferentes, pero no lo son tanto, y andamos por unos meses de demora. Si hay una sospecha clarísima de cáncer, el máximo es 15 días. Donde tenemos mucha espera es en el cribado de familias que han tenido casos, pero hablamos de personas sin síntomas.

-¿Recibirán los nuevos tratamientos de la hepatitis C todos los que pueden beneficiarse de ellos?

-Estamos atendiendo a los pacientes más graves. Esperamos tener completada esta fase en la próxima primavera. Luego empezaremos con los menos graves. Podemos estar hablando de un horizonte de dos años. Hasta la fecha, los resultados de los tratamientos son muy buenos.