"El problema más preocupante en Bolivia es la escuela, la enseñanza; los niños se limitan a copiar y memorizar, apenas tienen libros". Con esa contundencia se expresó ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA Nicolás Castellanos, obispo emérito de Palencia, fundador de la ong "Hombres Nuevos" y premio "Príncipe de Asturias" de la Concordia en 1998, durante la charla titulada "La realidad de Bolivia hoy", organizada por Arco Iris Educación para el Desarrollo y la Coordinadora Asturiana de ong para el desarrollo.

Castellanos, que en 1991 presentó su renuncia como obispo, marchó como misionero a los barrios más pobres de Santa Cruz de la Sierra para dedicarse a los más pobres y desfavorecidos. Su teoría es que "un país que no tiene una escuela que transmita valores nunca saldrá de la pobreza". Tras casi 25 años de labor en el segundo país más pobre de América, tras Haití, Castellanos reconoce que aunque algunas cosas han mejorado, los niños aún piden por la calle para comprar un trozo de pan, no reciben la alimentación adecuada, y no tienen acceso a una educación de calidad. El barrio del Plan 3.000, donde trabaja Castellanos, es uno de los barrios más empobrecidos de la periferia de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra. El Proyecto Hombres Nuevos, con ayuda que llega de España y también de Asturias, como resaltó el padre Castellanos, ha construido colegios, comedores y centros para mejorar las condiciones de vida de la población local en situación de pobreza. Cada día, 400 niños reciben clases, desayunan y comen, auspiciados por la organización del religioso español.

Castellanos es crítico con el gobierno de Evo Morales, que presume de ha ber logrado acabar con las desigualdades. El religioso reconoce que las cosas han ido mejorando en el país en los nueve años que el mandatario indigenista lleva en el poder. Abogó por aumentar la autoestima de los bolivianos, diez millones de personas en una superficie que duplica la de España. El obispo fue presentado por Isolina Riaño, de la ONG Arco Iris.