Inhalar con todas las fuerzas y espirar de un golpe, hasta quedar sin aliento. Así se hace una espirometría, una prueba sencilla que sirve para detectar la EPOC, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, y que ayer se realizaba gratuitamente en el vestíbulo del Auditorio. Decenas de ovetenses se sometieron a ella y recibieron consejo de una especialista. Dejar de fumar y hacer ejercicio -el mejor, caminar- durante una hora todos los días son los consejos que la neumóloga Herminia Buchelli más repitió. Las personas con valores claramente alterados en la espirometría fueron derivados a su consulta, en el HUCA (Hospital Universitario Central de Asturias).

Desde hace ya unos años, el tercer miércoles de noviembre médicos y personal de enfermería llevan a cabo estas pruebas gratuitamente, como parte de una jornada de concienciación con la que se proponen aminorar el avance de una enfermedad que en Asturias, según la Consejería de Sanidad, tiene un prevalencia superior a la media española y que en todo el país afecta a más de 1,2 millones de personas de edades comprendidas entre los 40 y los 69 años.

Buchelli explicaba ayer que la dificultad para respirar, la tos y la expectoración de un color verdoso son síntomas de EPOC. Contaba que en torno al ochenta por ciento de los casos están relacionados con el tabaquismo; tampoco es aconsejable exponerse a biomasas en combustión, como el carbón, añadía.

José Blanco se sometió ayer por primera vez a una espirometría. Andaba por los alrededores del Auditorio cuando le salió al paso alguien que le entregó un folleto y le invitó a hacerse la prueba. Sopló, cogió la hoja con los resultados y pasó a consultar con la neumóloga. "Yo estoy fenomenal, ¿no me ve usted?", comentó satisfecho y dejando el turno a otra espirometría.