Agentes de la Policía Nacional han detenido a dos jóvenes como presuntos autores de un robo en una farmacia del barrio de Pumarín el pasado viernes por la mañana. Según ha podido saber este periódico por fuentes policiales, se trata de dos delincuentes habituales con múltiples antecedentes. El Juzgado de guardia envió al primero de ellos a la cárcel de Villabona mientras que el segundo quedó en libertad con cargos a la espera de juicio.

Al parecer, este último chico declaró que no había sido él, sino su hermano menor de edad el que había entrado a robar a la farmacia. Dadas las circunstancias, fue puesto en libertad y será citado en calidad de imputado a la vista oral para dirimir la responsabilidad de los hechos.

Los sucesos tuvieron lugar el pasado viernes por la mañana cuando dos encapuchados accedieron a la farmacia con los rostros ocultos por una capucha y una braga. Intimidaron a las dos personas que se encontraban atendiendo la botica y exigieron el dinero de la máquina registradora, unos 500 euros, según consta en la denuncia. También se llevaron varias cajas de "trankimazines". Esta era la tercera vez que los delincuentes asaltaban la misma farmacia, en la calle Tirso de Avilés.

Las mismas fuentes policiales consultadas aseguraron que las farmacias son "objetivos fáciles" para los ladrones que no buscan un botín muy elevado, por lo que es habitual que se produzcan robos de este tipo a menudo. Muchos de los ladrones que asaltan boticas tienen problemas con las drogas y buscan algún tipo de medicamento sustitutivo.