El PP ovetense lleva tiempo trabajando en su propia estrategia para recuperar a los desencantados con la derecha local que en 2011 hicieron las maletas, dieron un portazo y se embarcaron en la aventura de Foro atraídos por la figura del exministro Francisco Álvarez-Cascos. El reencuentro de la derecha carbayona, al margen del pacto PP-Foro para presentar una lista conjunta de cara a las generales del 20 de diciembre, tiene nombres y apellidos. Y todo ello tomando como punto de partida el qué fue de los nueve concejales que ocuparon en algún momento uno de los siete sillones que los casquistas obtuvieron en el Pleno ovetense en mayo de 2011.
Tras la desaparición de Foro del mapa político local -en solo cuatro años pasaron de siete ediles a ninguno- los excasquistas José Donate y Manuel Fernández Ruiz se alistaron en las filas del PP antes de los últimos comicios locales. Lo hicieron después de pasarse año y medio como concejales no adscritos tras romper de manera abrupta con Foro en una de las múltiples crisis que azotaron al grupo municipal, y de aguantar, Pleno sí y Pleno también, acusaciones por parte de la oposición de ser la marca blanca del PP de Caunedo.
Donate y Fernández Ruiz, según confirman fuentes populares, trabajaron "como un militante de base más" en los últimos comicios para tratar de que Agustín Iglesias Caunedo ganara las elecciones y recuperara para los populares los votos de Foro. Finalmente, y tal y como le afean al exalcalde desde el sector más crítico del partido, la "Pasión por Oviedo" -el lema utilizado por el PP en campaña- no sirvió para repescar el grueso de los 24.314 votos que Foro obtuvo cuatro años antes. La confianza del partido en los dos exforistas es tal que ya forman parte de la junta local del PP.
Junto a Donate y Fernández Ruiz ha regresado Cristina García-Pumarino. Durante el pasado mandato hubo movimientos para tratar de atraer a la entonces edil de Foro a la bancada de los no adscritos. Esto hubiera permitido al PP (once concejales) reconquistar la mayoría perdida gracias a los votos de los tres no adscritos. Pero no fue posible. Pasadas las elecciones, y con el proyecto de Foro en la ciudad en la unidad de quemados, García-Pumarino se afilió al PP. Según dicen, lo hizo con el aval del propio Caunedo, de lo que García-Pumarino presume a pesar de que el exalcalde no está pasando por su mejor momento. Fuera como fuere, el tridente formado por Donate, Ruiz y García-Pumarino se deja ver a menudo por la sede de los populares.
Andrés Llavona, el segundo de los tres portavoces que tuvo Foro en cuatro años, y que también apostató del casquismo tras un extraño proceso de primarias para aupar al nuevo candidato -ganó el notario José Antonio Caicoya que renunció a las pocas semanas de los comicios-, ha retornado al partido de la gaviota. A medias se han quedado otros concejales de Foro, como su primer portavoz, Arturo González de Mesa -que dimitió- y Godofredo Andrés que entró en el Ayuntamiento tras la marcha del primero. Fuentes populares aseguran que González de Mesa y Andrés negociaron su entrada en el PP, pero el acercamiento no fructificó. De momento.
Lejos de la política -o al menos del PP- se mantienen Patricia Díez Isla, la última portavoz del grupo, y Belén Arganza, la edil que iba para cabeza de lista de los casquistas pero que tuvo que renunciar tras un desagradable incidente de tráfico en el Naranco con un inmigrante al que, bajo los efectos del alcohol, insultó y amenazó con expulsarle del país haciendo valer su cargo.
El listado de los nueve ediles nominales que tuvo Foro entre 2011 y 2015 se completa con Juan Pérez Zaldívar. El extesorero del grupo municipal casquista dejó el partido en vísperas de los comicios de mayo ante la "imposibilidad" de justificar las cuentas y denunciando que la dirección regional de Foro exigía "cada vez más dinero" de la cuenta del grupo sin aportar recibos a cambio. Ahora, junto a otros dirigentes con pasado forista, ha optado por una tercera vía, la de la sociedad civil.
¿Y esto en qué se traduce? Pues en que Zaldívar y otras cuarenta personas, entre ellas destacados exforistas desencantados como el que fuera consejero de Sanidad con Cascos, José María Navia-Osorio, se han embarcado en la creación de la asociación de Amigos de Vetusta, Lancia y Pilares, los nombres que recibe Oviedo en las obras de Clarín, Palacio Valdés y Pérez de Ayala. El objetivo de esta agrupación ciudadana, que se presentará en sociedad con una cena el próximo diez de diciembre en el Club de Tenis, es aportar ideas en materia cultural o económica para "despertar a la ciudad de su legendaria siesta". Y todo después de que Foro se devorara a si mismo y de cuyos restos ahora trata de alimentarse el PP.
