Misterio resuelto. El ciudadano belga rescatado el pasado fin de semana cuando deambulaba por la autopista cerca de los túneles de La Bolgachina, desorientado y hablando únicamente sobre asuntos de brujería, tiene familia en su país, que ha sabido de su paradero y que tiene previsto viajar hoy mismo para hacerse cargo de él. La madre del joven, llamada Fatima Bolililoud, tuvo noticias de su hijo tras recibir la fotografía del joven, publicada ayer en la edición digital de este periódico y que acompaña a estas líneas.

Según datos conocidos a última hora de ayer, el joven responde a la identidad de Anthony Masson y es nacido en 1988, por lo que tiene 27 años. Además, sufriría algún tipo de trastorno relacionado con el autismo. El hombre belga continuará en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) hasta la llegada de su madre y, según fuentes policiales, se les permitirá a ambos irse, pues no hay motivos para retener al muchacho.

Al parecer, Anthony Masson vive en Ciudad Naranco, aunque no han trascendido los motivos de su residencia ovetense o si existe alguna persona que se haga cargo de él en la ciudad. Tampoco está claro cómo llegó hasta los túneles de La Bolgachina y por qué deambulaba en solitario por el arcén de la autovía.

Antes de resolver el misterio, la Policía ya caminaba en la dirección correcta en sus investigaciones, hacia Ciudad Naranco. Las cajeras de un supermercado del barrio aseguraron conocer de vista al joven belga y que vivía por allí. Era la única pista que tenía la Policía Nacional para averiguar la identidad del joven, ingresado en el HUCA y que solo respondía con monosílabos y "asuntos de brujería" a las preguntas de los agentes, tal y como informó LA NUEVA ESPAÑA en su edición de ayer. La Jefatura Superior de Policía decidió ayer por la mañana difundir una fotografía del joven a través de los medios de comunicación con la esperanza de que la colaboración ciudadana contribuyse a esclarecer el caso. Como así fue.

Aunque el joven no llevaba encima documentación alguna, sí portaba una cartera con unas notas manuscritas en su interior. Los investigadores lograron descifrar un nombre, "Anthony", que sería finalmente su nombre de pila. Y tambíen averiguraon su nacionalidad belga. Fueron estas notas las que guiaron a los investigadores hasta el barrio de Ciudad Naranco, tras conseguir recomponer unas notas que podrían configurar una dirección en este barrio. Mientras, las entrevistas con el joven en el centro sanitario tampoco arrojaban mucha luz al asunto. Él insistía una y otra vez en que estaba "embrujado" y que alguien le persiguía.