Somos, IU y Ciudadanos lograron ayer sacar adelante una moción para revertir la gestión privada del servicio de aguas y saneamiento, garantizar su gestión pública y acordar la adhesión del Ayuntamiento de Oviedo al denominado pacto social por el agua. Este frente para abordar la recuperación de la gestión del agua del concejo -en manos de la empresa privada Aqualia- contó con el respaldo del PSOE. Aunque los socialistas matizaron que lo hicieron únicamente para que la moción se debata en el próximo Pleno, ya que no están de acuerdo con algunos de los contenidos del texto de la moción. En ella se refleja que la privatización del agua "es incompatible con nuestra idea de ciudad".

Eso sí, ayer, la edil socialista Ana Rivas, dejó claro que su partido apoya firmemente que el agua debe ser un recurso natural que debe estar en manos públicas y no privadas. Mientras, el PP se opuso a que la moción sea aborde en el Pleno. La privatización de la gestión del agua fue una de las grandes medidas que tomó Gabino de Lorenzo (PP) en sus primeros años con alcalde. Fue en 1996. Entre grandes protestas ciudadanas, el ahora Delegado del Gobierno en Asturias dio el paso y privatizó el agua por 75 años.

El alto coste financiero que supondría tratar de recuperar la concesión del agua por parte del Ayuntamiento hace prácticamente inviable la intención de la izquierda de remunicipalizar el agua. El tripartito se ha puesto la meta de recuperar la gestión directa de algunos de los servicios externalizados, como es el cobro de los tributos y tasas locales, ahora en manos de la mercantil La Auxiliar de Recaudación.