"Tenéis que acostumbraros a estar en la oposición". Esta es una de las puyas que el podemista Rubén Rosón lanza a los ediles populares cuando las cosas se ponen tensas en los Plenos. Y parece que los populares, tras cinco meses sin el bastón de mando de la ciudad que retuvieron elecciones tras elecciones durante veinticuatro años, le han hecho caso al combativo concejal de Somos.

Recuperándose todavía del shock que supuso quedarse sin el Ayuntamiento y gestionando la imputación de su líder, el exalcalde Agustín Iglesias Caunedo, en la trama del agua, los populares ovetenses están cogiendo carrerilla en el carril de la oposición gracias, sobre todo, a las discrepancias en el seno del tripartito (Somos, PSOE e IU).

Un ejemplo. Ayer Gerardo Antuña aprovechó el escrache que el jueves sufrieron los de IU por parte de un grupo de cooperativistas a los que la coalición prometió su apoyo para gestionar una finca en el Naranco y las quejas de los vecinos de la zona rural por las promesas incumplidas, para ahondar en la herida abierta. "Rivi dimisión", o "Rivi dimite por engañar a los parados pa garrar el puestín" fueron algunas de las pancartas que Alejandro Suárez (coordinador de IU) y Cristina Pontón (portavoz del grupo municipal) se merendaron durante el escrache. Y así, aprovechadno esta munición, Antuña acusó ayer al tripartito de "olvidarse" de los pueblos -había presupuestadas obras en la zona verde por valor de 10 millones y sólo se han ejecutado 2,2 millones- "mientras se ocupa, única y exclusivamente de asistir a sus guerras internas". Para la mano derecha de Caunedo en el grupo municipal, utilizó algunas de las coletillas que los populares, dentro de su nueva política de comunicación, para denunciar que lo ocurrido deja en evidencia "los 150 días sin gobierno en Oviedo". Lanzados los dardos contra el gobierno local, Antuña pasó luego a sacar brillo a los logros populares. El edil defendió que "el gobierno del PP dejó presupuesto y proyectos para atender muchas de las necesidades de la zona rural que sólo la negligencia política del triparto ha paralizado". Y de nuevo de vuelta a los golpes al hígado al tripartito, en este caso con un objetivo con nombres y apellidos: Wenceslao López, el alcalde socialista. Según Antuña, todo esto ha sucedido como consecuencia de "la carencia de liderazgo del Alcalde, quien se mantiene en silencio ante un nuevo enfrentamiento entre Somos e IU".

Los populares también invierten parte de sus esfuerzos en la oposición para defender el modelo de ciudad del caunedismo. Ejemplo de ello es la defensa que ayer mismo Belén Fernández Acevedo hizo del diseño de las actividades navideñas. A la edil, que en el pasado mandato era la presidenta de la Sociedad Ovetense de Festejos (SOF), no le gusta que el belén monumental se haya trasladado de la plaza de la Catedral a la plaza de Trascorrales. La concejala cree que el mejor sitio para el diorama es la plaza de la Catedral. "Hay tradiciones que, por encima de creencias, son patrimonio de todos", aseguró.

Al igual que Antuña, Fernández Acevedo también tiró del "diccionario" contra el frente de izquierdas diseñado en el grupo. "Es un nuevo despropósito de este destripartito que ya no sabe qué destruir para dar la sensación de que trabaja algo", dijo para añadir que la izquierda "quiere destruir una parte de Oviedo". Luego, ofreció varias razones para dejar las cosas cómo están: reducción del tamaño del belén, incordio para los visitantes por la limitación de espacio de Trascorrales, suspensión de la adoración de los Reyes Magos durante la cabalgata y la coincidencia de las elecciones, dado que Trascorrales es colegio electoral.