El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Asturias celebró ayer en la sede que tiene en la capital del Principado la festividad de la Patrona, Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción. Los farmacéuticos lo hicieron entre discursos y con el homenaje a varios de sus miembros. En el transcurso del acto se concedió la placa de Colegiada Distinguida a Emilia Alonso Tresguerres y a Gloria García Carrocera, en reconocimiento al cumplimiento de sus deberes profesionales y por la realización de trabajos en favor del Colegio. La medalla de plata correspondió a Pablo Ramos Vallina y a Gloria María Miranda García. La recibieron por sus méritos profesionales extraordinarios, en cuanto a la dedicación y a la gestión a favor de los intereses generales farmacéuticos. También se hizo entrega de las insignias de bronce a los nuevos colegiados, de la insignia de plata a los colegiados que cumplen 25 años en la profesión y de las insignias de oro a los que suman 50 años de colegiación. Asimismo, se entregaron las placas conmemorativas a los colegiados jubilados.

El acto estuvo encabezado por Belén González-Villamil Llana, presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Asturias, que señaló los proyectos en los que trabaja la institución y citó la cartera de servicios profesionales, con la que "se pretende abordar aquellos servicios que se pueden ofrecer desde el establecimiento sanitario farmacéutico".