"El miedo tóxico es destructivo y nos bloquea. Es diferente de ese otro miedo sano, que nos protege y nos salva de un peligro". En esos términos habló ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA la psicóloga Angélica Rodríguez, que pronunció la conferencia "Miedo a no dar la talla", dentro del ciclo organizado por el Teléfono de la Esperanza.

Rodríguez aconsejó altas dosis de confianza para enfrentarse a ese miedo paralizante. "Es un antídoto genial para vencer el miedo. El otro es la acción".

La psicóloga lamentó lo mal que las personas se tratan a sí mismas de manera habitual. "Cuando estás activo no hay miedo. Para cambiar de actitud es necesario subir nuestras fortalezas personales y fijarnos en las cualidades que tiene la gente que es más feliz, para mirarse en ese espejo", recalcó.

Rodríguez, que fue presentada por Fernando Albuerne, explicó que el miedo "bueno" se produce cuando llega un estímulo al cerebro, "la amígdala lo identifica como peligro y se prepara para huir. Si entra un tigre por la puerta nadie se para, todos vamos a intentar salvarnos. La corteza frontal razona. Este mismo mecanismo es el que se usa para decidir si ponemos pollo o pavo en Navidad, por miedo a quedar mal", señaló.

Angélica Rodríguez explicó que el miedo "tóxico" utiliza estrategias disuasorias. "Te obnubila y no te deja dar la talla". A su juicio, la vida es un reto continuo y cualquier cambio "nos pone en una montaña rusa con cara de pánico". Indicó que el miedo más terrible es "a fracasar ante los demás, que es para quienes en realidad, hacemos las cosas", concluyó.