El restaurante Del Arco, en la plaza de América, o las oficinas de la constructora Goncesco, en la calle Asturias, son algunas de las víctimas de la banda de la lanza térmica, que el pasado fin de semana accedió a las oficinas de Química del Nalón en la avenida de Galicia. Aunque se trabaja con más hipótesis, por la forma de actuar los investigadores están prácticamente convencidos de que se trata del mismo grupo organizado, muy profesional y que no deja rastro. Al menos, ninguno que hasta el momento haya conducido a identificar a los autores de los robos.

El golpe en Del Arco, uno de los más sonados por la notoriedad del establecimiento, tuvo lugar el pasado mes de octubre. Los ladrones actuaron de madrugada durante un fin de semana, con el negocio ya cerrado. Lograron hacerse con un suculento botín de más de 20.000 euros. Los cacos iban provistos de lanzas térmicas con las que lograron abrir dos cajas fuertes ubicadas en el interior del establecimiento hostelero. Dentro de uno de los compartimentos de seguridad se encontraba el dinero. No se trata de una maniobra sencilla, puesto que si no se controla bien, los billetes del interior de la caja pueden acabar quemados e inservibles. En este caso, se cree que los experimentados ladrones utilizaron también nitrógeno líquido para rebajar la temperatura de las cajas de caudales.

Unas semanas después, los cacos entraron a robar en las oficinas de la constructora Goncesco, en la calle Asturias. Aunque en esta ocasión no trascendió el importe del botín, las cajas fuertes también eran el objetivo de los ladrones. La Policía comenzó a relacionar estos robos con una oleada de asaltos a una docena de oficinas y despachos profesionales en el centro de la ciudad, a principios de año. En todos los robos buscaban el dinero de las cajas fuertes y las investigaciones indicaron que se trataba de un grupo especializado. El "modus operandi" se parece mucho y es una de las líneas de investigación que está sobre la mesa para esclarecer el robo de este fin de semana en un exclusivo restaurante de la misma plaza. Los ladrones son sumamente cuidadosos con sus pasos, aunque los investigadores están echando el resto y no escatiman en medios para atraparlos.