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La Argañosa

Un cartel para adiestrar dueños

Mercedes García pone un aviso en su peluquería "que es mano de santo" para evitar que los perros defequen en la puerta

Un cartel para adiestrar dueños

Mercedes García hace un mes que ya no usa la fregona en cuanto abre la peluquería. Ese es el tiempo que ha pasado desde que puso un cartel en el escaparate de su negocio de la Argañosa para evitar que los perros defequen en su puerta, o, como a ella le gusta decir, "para adiestrar a los dueños". Esta ovetense de 61 años y 37 de experiencia en lavar, marcar y peinar se cansó de encontrar "un regalito" cada día en la entrada del local. "Cogí aquí un traspaso en 2011 y más o menos dos años después empezó el problema", cuenta mientras da los últimos toques a una clienta que luce un llamativo pelo rosa.

Primero alertó de lo que le pasaba a los trabajadores del servicio municipal de limpieza, pero lo único que podían hacer por ella era retirar los excrementos con máquinas de limpieza a presión antes o después del horario de apertura de la peluquería. Eso y darle ánimos porque "era u n problema de difícil solución". Luego pensó en ir a la Policía Local, "pero claro, no sabía a quién denunciar", explica Mercedes con un bote de laca en la mano. Su clienta, "Pili", está lista y se une a la conversación: "Yo misma pisé una vez una porquería de esas según me baje del autobús y le puse perdida la peluquería".

Eso fue la gota que colmó el vaso. "Estaba a punto de instalar cámaras, pese al dinero que me iban a costar, para saber quién era el que me ponía esto perdido. Pero entonces, cogí un folio y me puse a escribir". Lo que hizo Mercedes resultó tan efectivo que hace poco plastificó la hoja y la puso de forma permanente en el escaparate: "Al dueño del perro que hace las cacas delante de mi negocio: está en su mano solucionarlo o bien recogiéndolo o llevándolo a su portal. Si no es así, llevaré a analizar los excrementos para ver si lo soluciono. Yo sólo pido civismo".

Según la peluquera, el aviso "es mano de santo" porque ya no ha vuelto a encontrar excrementos en su puerta. Ahora tiene curiosos. "La gente se para a leer el cartel y algunos entran a felicitarme por la iniciativa. Hasta la asociación de padres de un colegio le sacó una foto", explica Mercedes, que aclara que le gustan los animales. Eso sí, tiene un gato.

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