El ovetense Diego Parrondo, tetrapléjico desde hace dos años -a los 20- como consecuencia de un accidente, y que aspira a convertirse en el primer atleta tetrapléjico en representar a España en unos Juegos Paralímpicos, tardará en olvidar el especial regalo que los Reyes Magos preparan para él este año: una silla de ruedas para competir a alto nivel en atletismo adaptado valorada en unos 6.000 euros. Su historia apareció hace unas semanas en LA NUEVA ESPAÑA. Diego Parrondo realizaba sus entrenamientos con una silla vieja y anticuada que no le permitía sacar todo el partido a sus entrenamientos. El dentista Alfredo Machín se conmovió con el testimonio y decidió pedir a los Reyes Magos una silla para Diego.

"Cuando leí el artículo me emocioné, sobre todo cuando el chaval comentaba que tenía que entrenar con una silla de veinte años, los mismos que tiene él. Inmediatamente le comuniqué por Facebook que se la facilitaría, y me contestó muy contento para darme las gracias", comentó a este periódico el odontólogo ovetense Alfredo Machín.

Para el dentista, Parrondo no era un desconocido. Vivió muy cerca el accidente porque su hijo Alfonso era compañero de Diego en el Colegio San Ignacio cuando sufrió el accidente que le dejó tetrapléjico.

"Además, tengo un hermano que a los 21 años sufrió un accidente de tráfico y también quedó tetrapléjico. Leyendo el reportaje sobre Diego Parrondo reviví todos aquellos momentos", añadió Machín, que confía en ver a Diego estas Navidades. "Hablaremos con más calma para concretar todo, y le diré también que si le hace falta algo de material pondré todos los medios para que lo consiga". Alfredo Machín sostiene que es lo mínimo que puede hacer por este ovetense que no sabe de barreras, pero sí de metas e ilusiones. "Ya que él pone el esfuerzo, qué menos que nosotros le demos las armas que necesita para que pueda luchar en igualdad de condiciones con los compañeros que están en la misma situación".

Y es que a Diego Parrondo le espera un largo camino para llegar a los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, ya que tendrá que superar distintas pruebas. "Por eso, lo ideal sería que también colaborara alguna empresa con su patrocinio para ayudarle a conseguir su sueño, y si es asturiana mejor", concluyó Alfredo Machín, que considera al joven "todo un ejemplo".

Diego Parrondo vive y se entrena en Holanda, adonde su familia había iniciado el traslado cuando el joven sufrió el accidente.