Aida Oceransky recibió la llamada que menos esperaba de la concejala de Atención a las personas, Marisa Ponga (PSOE), ayer, en plenos preparativos de la Jánuca, la fiesta hebrea que celebrará mañana en la plaza del Fontán. La edil marcó el número de la presidenta del colectivo judío de Asturias para anular una cita, es decir, para decirle que no iba asistir a la ceremonia pese a que días antes había confirmado su presencia. De este modo, la también llamada "Fiesta de las luces" se quedará sin representación municipal por primera vez en varios años. De hecho, el exalcalde Agustín Iglesias Caunedo solía encender las primeras velas del candelabro judío como invitado de honor. Ponga le dijo ayer a Oceransky que el gobierno local rechaza ir a la Jánuca "de acuerdo con su laicismo". La renuncia tiene lugar justo cuando el tripartito estudia encabezar un boicot a los productos israelíes.
