Los trabajadores de la limpieza en la ciudad convocaron ayer una concentración el próximo jueves en la plaza del Ayuntamiento para protestar contra el "inmovilismo" y la "pasividad" del tripartito, a quien acusan de retrasar la solución para el contrato de la basura, un servicio externalizado en manos de FCC y que expira el próximo 31 de enero. La plantilla, de 320 trabajadores (160 fijos y 160 eventuales), teme por sus empleos y está dispuesta a seguir un calendario de acciones que, además de las movilizaciones, incluyen huelgas. "Si no llegamos a buen puerto, habrá paros y huelgas. Si el Ayuntamiento quiere tener las calles sucias, las tendrá", aseguró ayer a este diario Pablo Palacios, delegado de personal y uno de los representantes de los trabajadores.

El gobierno considera que se trata de un "chantaje" ahora que la empresa, propiedad de Carlos Slim, dueño del Real Oviedo, le toca negociar el convenio laboral con sus trabajadores. La edil Ana Rivas (PSOE) cree que la empresa vincula la negociación de ese convenio con la plantilla al contrato con el Ayuntamiento, lo que considera "un chantaje como la copa de un pino" porque, dice, "no se puede poner como excusa un contrato para no negociar un convenio". Rivas indica, además, que ya se ha aprobado una prórroga de un año (hasta el 31 de enero de 2017) con el objetivo de analizar con tiempo el futuro de uno de los servicios más importantes para la ciudad, que ha recibido premios por su limpieza.

La concejala socialista, mano derecha del Alcalde, Wenceslao López, sostiene que están abiertos al diálogo y a múltiples posibilidades a partir del año 2017. De momento, no se descarta nada: ni la remunicipalización del servicio, a través de una empresa pública; ni la convocatoria de un nuevo contrato, a través de un concurso público; ni siquiera la prórroga del contrato de la actual empresa, lo que implicaría "cambios" en las condiciones vigentes. De hecho, Rivas prevé reunirse con la empresa la próxima semana para hablar de la situación.

Mientras, los trabajadores de la limpieza mantienen su preocupación por el corto plazo. Ellos dicen que nadie les ha comunicado nada de la prórroga, que no tienen un "papel" que confirme que van a seguir un año más. Y dicen también que el gobierno local quedó en ponerse en contacto con ellos después de la reunión que mantuvieron con el Alcalde y con Rivas en septiembre y que no lo han hecho, "lo que denota una falta de voluntad política".

Además, aseguran que trabajan con maquinaria antigua "y peligrosa", que los camiones de basura tienen de media 16 años y que la empresa no los renovará porque "si la solución es una prórroga de un año, no les compensa gastarse 18 millones de euros para un año". La edil Ana Rivas rechaza esa explicación porque asegura que "las inversiones se hacen en nombre del Ayuntamiento" y que si la empresa compra camiones nuevos y se va "recibirá el dinero de la amortización" que les corresponda, así que no serviría de "excusa" para no adquirir nueva maquinaria.

La concejala del PSOE explica que el contrato de la basura con FCC, empresa que trabaja para el Ayuntamiento desde 1968, era a diez años más otras dos prórrogas de cinco cada una. Y que la decisión del tripartito de paralizar esa prórroga y proponer una de un año fue para "no pillarnos los dedos" porque, además, "es una duración que traspasa nuestro mandato". Rivas añade que, a diferencia del contrato con La Auxiliar de Recaudación, el gobierno no descarta mantener el contrato con esa empresa, pero con cambios.

"Queremos una solución para nuestros empleos", insisten los trabajadores, que advierten que ya se les hizo un recorte en 2013 y que si hay más la ciudad se resentirá. "Las escobas de platino no se ganan en una oficina detrás de un ordenador", concluye Pablo Palacios.