La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El mercado de abastos abre a medio gas

Los vendedores y visitantes de la Feria de Comercio de La Corredoria aprueban con un "suficiente" la plaza y exigen calefacción

Un grupo de visitantes, ante un puesto de venta de la Feria de Comercio del mercado de abastos. MARÍA GÓMEZ

Aprobado raspado o "suficiente". Esa es la nota que le ponen al mercado de abastos de La Corredoria los vendedores y visitantes de la Feria de Comercio y Exposiciones de Oviedo, el primer evento que se celebra en este recinto. La nota es escasa por la ausencia de calefacción. Tanto los comerciantes como los compradores que estuvieron en la jornada inaugural de la feria (que termina hoy a las nueve de la noche) no se quitaron el abrigo en ningún momento y hubo quien manejó el dinero con los guantes puestos. Pese al frío, decenas de personas entraron en el inmueble de la calle Emilio Llaneza por un doble motivo: ver los cincuenta puestos de venta y entrar por primera vez en la plaza de abastos.

Así, de la que miraban las tiendas de ropa, artesanía, libros o dulces, algunos aprovechaban para echar un vistazo a los remates de la primera planta del mercado, la única que el municipio ha permitido abrir durante este fin de semana en colaboración con la Asociación de Comercio de La Corredoria (Comcor). Otros iban al baño por necesidad o sólo para ver cómo es y comprobar que hay agua corriente y luz.

El concejal de Comercio y Mercados, Rubén Rosón, paseó por la plaza tras el acto inaugural y se mostró satisfecho con el resultado: "Esto demuestra que el recinto se podía abrir y aprovechar. No como decían otros".

Buena parte de los vendedores ya había participado en la anterior edición de la feria, que se celebró en el polideportivo Corredoria Arena. Es el caso de Cristina Menéndez. Esta joven propietaria de un videoclub, abierto desde hace catorce años en el barrio, estaba contenta con la experiencia. "La Corredoria es un pequeño pueblo y esta plaza está en su centro, así que creo que tendrá éxito cuando abra definitivamente, pero hay que mejorarla". Cristina vendió sobre todos chucherías a los niños y alguna que otra película de dibujos animados. Su público fue mayoritariamente infantil. Lo mismo le pasó a Laura Barreiro, una librera de Lugones que puso por primera vez un puesto en una feria. "Me decidí porque La Corredoria es un mercado que me interesa abrir al tener miles de lectores potenciales".

Menos esperanzada estaba María Ángeles Vidal. Esta feriante de Valladolid vende conservas en vinagre por toda España. Llegó el viernes para montar y se marcha mañana. "Espero al menos cubrir gastos porque hay poca afluencia de gente para ser una feria de tamaño medio", dijo la comerciante, que además urgió a que pusieran la calefacción.

Mucho más contento, el director de la Banda de Gaitas "La Laguna del Torollu", Iñaki Santianes, dijo que la feria "es la única oportunidad que tuvo mi grupo para hacer la campaña solidaria de recogida de turrón de Navidad".

Compartir el artículo

stats