Hanna Stefaniak invitó ayer al público del Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA a dar una vuelta en un coche de caballos por las calles de Cracovia, una ciudad polaca famosa por sus peculiares belenes navideños. El paseo fue virtual, pero una proyección de fotografías de los principales monumentos de la localidad ayudó a los asistentes a trasladarse allí con la imaginación. Esta dermatóloga de Poznan cuya madre nació en Cracovia (ambas, ciudades de Polonia) explicó las características arquitectónicas de los pesebres o nacimientos cracovianos.

Lo hizo acompañada por Eulalia Nacimiento y Julián Ayuso, presidenta y vocal de la Asociación Belenista de Oviedo, que aprovecharon para presentar el último número de su revista "Navidad con Belén".

Stefaniak describió el tradicional nacimiento de Cracovia como "una construcción fastuosa de origen obrero" que tuvo sus primeras representaciones a principios del siglo XIX, cuando los obreros de la construcción -que se quedaban sin trabajo en invierno por las bajas temperaturas- decidieron emplear su tiempo en hacer belenes majestuosos. Así este tipo de pesebres incluyen la reproducción de edificios o monumentos populares de Cracovia como la iglesia de santa María, el castillo real, la lonja de los Paños, la torre del Ayuntamiento o la barbacana.